"Mourinho entrenará la próxima temporada al PSG". Así lo aseguró Nuno Pinto da Costa, presidente del Oporto y estrecho colaborador de Jorge Mendes (representante de Mou), el pasado viernes en el palco del estadio Luis II de Mónaco en los prolegómenos de la Supercopa de Europa. Según desveló el programa Esport Club de TV-3 , harto de competir contra el equipo que lleva Qatar Foundation en el pecho, The Special One estaría dispuesto a aceptar un cheque en blanco de Qatar Investment Authority (QIA), grupo que ha gastado 139 millones de euros desde que en mayo compró el 70% de las acciones del club francés.

Da Costa, que sigue manteniendo una buena relación con Mourinho y que con la ayuda de Mendes ha colocado a Falcao en el Atlético de Madrid por 40 millones de euros, mantuvo varias conversaciones en el palco monegasco y a todos sus interlocutores les dijo lo mismo. Que, por mucho que Mourinho asegurara el martes 23 en un comunicado que no tenía intención de dejar el Madrid ahora, ya había decidido que el año que viene hará las maletas.

Encuentro en Doha

No es la primera vez que el conjunto parisino llama a la puerta del entrenador portugués. El 7 de junio, Mou visitó, junto a Jorge Mendes, el Aspire Academy for Sports Excellence, un centro de alto rendimiento en Doha, para dar una conferencia a cambio de 400.000 euros. Allí el emir de Catar, Hamad bin Khalifa al Thani, y su hijo, el príncipe heredero Tamim bin Hamad al Thani (presidente del fondo de inversiones y fanático del fútbol) le ofrecieron un cheque en blanco

Ya toma decisiones

Pero Mou, convencido de que podría destronar al Barça, decidió declinar la oferta, aunque sugirió la contratación de Leonardo como director deportivo del Paris Saint Germain (PSG). De la mano del extécnico del Inter y del Milan, ha llegado este verano Javier Pastore (por el que ha pagado 43 millones al Palermo). El objetivo del grupo catarí es devolver a lo más alto a un equipo que no gana la Liga francesa desde 1994 y que solo tiene un título europeo, la Recopa de 1996. Un reto que podría ser estimulante para un Mourinho que no ha estado más de tres años en ningún banquillo. Aguantó tres en el Oporto, se marchó al inicio de su cuarto año en el Chelsea, estuvo dos en el Inter y afronta su segunda temporada en un Madrid con el que tiene aún dos años de contrato. QIA ya le ha asegurado que los 25 millones que tiene de cláusula no serían problema.