El punto en Los Pajaritos dejó un sabor agridulce. De un lado, el Córdoba sigue puntuando lejos de El Arcángel. Coge fuera lo que se deja en casa. De hecho, ha puntuado en todas las salidas en esta segunda vuelta. Pero la sensación tras una buena primera mitad es que dejó escapar una oportunidad magnífica para dar un golpe en la clasificación y aprovecharse de los resultados de la jornada.

SISTEMA

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Hasta dar con la tecla

El técnico blanquiverde sigue indagando en busca de un sistema inicial que le permita a su equipo ganar presencia en el centro del campo y tener algo de creatividad. Después de abandonar la idea del 3-5-2, que le sirvió para traerse los tres puntos de Bilbao aunque el juego siguió sin convencer, el valenciano pasó a una suerte de 4-1-4-1 en la que se pudieron ver las mejores versiones de jugadores como Luso o Carlos Caballero. Asumiendo el maño las labores defensivas, descarga de obligaciones en el centro del campo, lo que permite una mayor disposición en ataque.

Y es que en la primera mitad ante el Numancia se pudo ver a un Córdoba venido arriba que, sin bien es cierto que sin finalización (tan solo tres remates a portería en todo el partido), encerró al rival en su campo más por méritos propios que por demérito de los rojillos.

RECUPERA

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Vuelve Markovic

Precisamente, Markovic es uno de los jugadores que más se puede ver beneficiado con el nuevo sistema. La anarquía táctica del serbio se puede ver algo disimulada con un compañero atrás, con lo que se podría dedicar a filtrar balones al punta e, incluso, aprovechar su buena pegada. No obstante, tendrá que arrebatarle el puesto a Eddy Silvestre o Caballero, que son las dos piezas por las que Oltra se ha decantado.

Además, el técnico recuperará a Héctor Rodas para el eje central, lo que debería dar más solidez a la defensa, que ha visto cómo el portero encajaba en todos los partidos de esta segunda vuelta.

LA TABLA

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Se mantiene arriba

Jornada tras jornada, es lo más positivo que tiene este Córdoba. Gane, pierda o empate, el conjunto blanquiverde se mantiene en los puestos más altos de la clasificación. Y siempre con vistas al ascenso directo. Ahora bien, por detrás hay otros seis equipos que le pueden pasar. También jornada tras jornada.

IMPRECISO

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Pierde muchos balones

El Córdoba perdió en Soria 86 balones. Es el encuentro que más balones ha perdido en esta segunda vuelta. Por ejemplo, en el encuentro de ida con los rojillos, los blanquiverdes solo perdieron 60 balones. Ahora bien, el pasado domingo provocó hasta 100 pérdidas del rival. Además, llega a portería, pero no dispara. En Soria solo hizo tres remates a portería, el remate de Stankevicius de cabeza al segundo palo, el gol y un disparo de fuera del área de Pedro Ríos. En el lado contrario, el Numancia tan solo hizo cuatro disparos entre los tres palos, pero dos de ellos dentro del área.

FÍSICO

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Bajonazo en la segunda

El paso atrás del Córdoba se dejó sentir en la segunda parte, bien porque les afectó en exceso el llamado gol psicológico o bien porque, simplemente, se quedaron sin gasolina. Mientras el físico aguantó, el Córdoba fue capaz de encerrar a su rival, pero cuando el palizón que jugadores como Pedro Ríos, omnipresente en defensa y en ataque, o Caballero pasó factura, el equipo comenzó a verse cada vez más cerca de su área. Y, pese a ello, el técnico aguantó hasta el 89 para hacer el tercer cambio, pieza por pieza y arañar un minuto. No debió ver soluciones en el banquillo.