Madrid es otro de esos sitios a los que siempre hay que ir. ¿Y a cuento de qué viene Madrid? A cuento de que antes íbamos a Madrid, o a Leganés o a Getafe, buscando al Córdoba, y hoy vamos a Madrid buscando algo solo nuestro. No voy a hablar de mí, sino de un socio con más de 25 años de antigüedad, pero que lleva tres partidos seguidos sin ir al estadio. A cierta edad encontramos en nosotros lo que no pueden darnos los demás. 42 kilómetros, 21 kilómetros... Hablo de correr, sí. Cada uno marca su meta.

La semana pasada no recordaba la última vez que escuché un partido de fútbol por la radio. Ya sí. 24 de abril del 2016. Y diré que cada vez que volvía ese código morse en forma de anuncio de gol, él subía el volumen de la radio, o se callaba, o dejaba de escucharte, y él mismo reconocía que le entraba cierto cosquilleo, pero ni punto de comparación con el que le entró cuando por la mañana se situó en la línea de salida de su primera gran carrera, o cuando empezó a adelantar a corredores por La Castellana, o a sufrir en cada cuesta, sobre todo en la del Retiro, o cuando el público, sin conocerle de nada, gritaba su nombre y le empujaba a seguir. El fútbol ha dejado de afectarle porque ha encontrado con lo que llenarse, algo que solo depende de él y que le da una alegría no experimentada antes.

Han pasado ya las cinco, me deja en la puerta del estadio y se marcha a su casa. Yo me quedo, sí, me quedo para proponerles un juego. Apuntaré frases que he escuchado a lo largo del domingo, por la mañana y por la tarde. Se trata de adivinar a quién van dirigidas:

a) Al Córdoba

b) Al Tenerife.

c) Árbitro o entrenador.

d) A un corredor.

-- No se conocen ni entre ellos.

-- ¡Vamos, Francis!

-- Lleva cansado desde el minuto diez.

-- Lo de esta gente es increíble.

-- ¡Pero corre!

-- Dame un abrazo

-- ¡Disfrútala, es la más bonita!

-- ¡Échale huevos!

Perdón por la vulgaridad, pero la h con puntos suspensivos me pone nervioso.

-- Qué poca vergüenza.

-- ¡Y no le protestes!

-- ¡Mira a tu alrededor!

-- ¡Eres un pringao!

-- ¡Sois héroes!

-- ¡Pide el cambio si no puedes!

-- Campeón

-- ¡Llevas toda la segunda vuelta calentando!

-- ¡Sonríe, sonríe!

-- Qué manera de hacer el ridículo.

-- Qué valientes sois todos.

-- ¡Es el único!

-- Qué malo es, qué malo es, qué malo es...

-- Da miedo.

-- La madre que lo parió.

-- Ánimo, papá.

-- ¡Viva la madre que te parió!

-- ¡Chico, gracias por el agua!

-- ¡Tú, el balón!

-- ¿Te doy mi gel?

-- Me dan ganas de llorar.

-- ¿Ahora vas a sacar a ese?

-- Esto es increíble.

-- Y encima, este es el mejor resultado.

-- ¡Una medalla!

-- Has hablado muy pronto.

-- Sin palabras.

-- No han hecho nada.

-- Yo no vengo más.

-- Siguiente, por favor.