Después de mucho deshojar la margarita y tras la renuncia de Rafa Moreno a ocupar el banquillo pozoalbense y seguir con el proyecto de Adesal en balonmano femenino, los dirigentes del Prasa han encontrado en la figura de Jesús Rivilla al responsable de sacar adelante esta nueva andadura en la División de Honor Plata.

Rivilla es, posiblemente, la mejor opción que podía encontrar el equipo de la comarca de Los Pedroches. Se trata de un entrenador que vive en Ciudad Real, donde fue durante cuatro años el segundo técnico del Ciudad Real con Juan de Dios Román y, posteriormente, trabajó con el Puertollano de Primera División. Se trata de un técnico joven, con mucha experiencia y con grandes conocimientos del balonmano y sabrá imprimir su sello al equipo para sacar la temporada adelante.

Tras el fichaje del entrenador, el secretario técnico trabaja contrarreloj para conseguir la plantilla con la que el equipo saldrá este año en la liga. De la pasada temporada se cuenta con tres efectivos ya confirmados. Son el meta Barrero, el pivote argentino Agustín Roberts y el extremo cordobés Nacho del Castillo.

Igualmente se ha mantenido conversación con varios jugadores que podrían plasmar sus compromisos en los próximos días. Se trata del jugador del Córdoba Balonmano, Oscar García; el lateral izquierdo de origen húngaro y procedente de Zaragoza Halaz Levente, y el jugador proveniente del Barcelona B Eduardo Filella.

Por su parte, el Prasa Pozoblanco se encuentra negociando con Israel Damont y Nacho Serrano la posibilidad de continuar un año más en el club y, aunque se encuentran muy avanzadas, aún no están cerradas.

La llegada de Jesús Rivilla al banquillo pozoalbense abre la posibilidad de que el club intente contar con algún jugador del Puertollano que ha trabajado los años anteriores con el entrenador manchego y, de esta manera, completar lo antes posible la plantilla.