Sobran tres y falta uno. De esta forma tan llana puede expresarse la situación de la plantilla del Barça, que hoy cumple su cuarto día de preparación en la estadía de Saint George´s Park, después de que ayer los jugadores tuvieran la primera tarde de fiesta. La dirección deportiva sigue trabajando con la idea de dar otras tres bajas y cerrar otro fichaje.

Y tres son los nombres que claramente andan con una cruz marcada en ese deseo de aligerar la plantilla. Uno de ellos es Dani Alves, un jugador que ha tenido una relevancia extraordinaria durante el periodo más brillante del equipo pero que se considera que su ciclo ha terminado, unas sensaciones ratificadas especialmente la pasada temporada.

Por eso el club trabaja con la idea decidida de traer otro refuerzo para la zaga. El elegido es Marquinhos, por el que el Barça ha llegado a ofrecer 45 millones. El problema es que el PSG, que ya cuenta con otros dos centrales teóricamente titulares (Thiago Silva y David Luiz), no quiere desprenderse de su jugador.

Ante la dificultad de traer al joven brasileño (20 años), otra alternativa es la de Cuadrado, aunque el Barça choca con las elevadas pretensiones de la Fiorentina, que pide 50 millones por el carrilero colombiano.

A pesar de estas dificultades, el Barça sigue trabajando en estos dos nombres (de venir, solo será uno) y ya baraja nuevas alternativas. "Uno más vendrá seguro", asegura una fuente de la entidad, tranquila porque todavía queda todo el mes de agosto para cerrar una de estas incorporaciones. Mientras, Alves sigue tranquilo. Le queda otro año de contrato y tras regresar de Brasil ya expresó su deseo de continuar en el Camp Nou, por más que antes de la cita mundialista dejara entrever que sus días como azulgrana tocaban a su fin.

Song y Afellay son los otros dos jugadores que también tienen, las puertas abiertas. El camerunés, por el que se pagaron 19 millones al Arsenal, tiene difícil ubicación tras evidenciar que ni puede jugar de central ni tampoco rinde como mediocentro. Lo mismo sucede con Afellay, martirizado por las lesiones, que fue fichado al PSV en el 2010 por tres millones. Song termina contrato en el 2017 y el holandés, en el 2015, pero no llegan ofertas por ellos.