El Juzgado de Instrucción Número 4 de Las Palmas de Gran Canaria ha impuesto dos meses de cárcel a tres de los jóvenes --dos de 18 y uno de 25 años de edad-- que el pasado el 22 de junio invadieron el estadio de Gran Canaria mientras la Las Palmas se jugaba el ascenso a Primera División con el Córdoba, según informa este martes en su edición digital La Provincia Diario de Las Palmas.
Tras la invasión del campo, el equipo amarillo encajó el gol de la derrota y el césped estalló en una batalla campal, con importantes alteraciones del orden público, recuerda el periódico canario.
El Cuerpo Nacional de Policía identificó a tres de los aficionados que protagonizaron los incidentes más graves, que fueron juzgados el pasado viernes. Los tres aceptaron sus responsabilidades y el juez los condenó por perturbación del orden público en los térmicos solicitados por el fiscal jefe de Las Palmas.
Ninguno ingresará en prisión al ser la pena impuesta inferior a los dos años de cárcel y carecer de antecedentes penales, aunque como castigo adicional tienen prohibida la entrada al Estadio de Gran Canaria durante un año.
Además --continúa la información del diario canario--, uno de los condenados, de 18 años, también ha sido condenado a pagar una multa de 78 euros por propinar una patada al jugador del Córdoba Sergio Mendigutxia, que celebraba el triunfo de su equipo tras finalizar el partido. El fiscal optó por calificar la agresión como una falta de maltrato de obra y no por delito, pues no hubo lesión y el perjudicado renunció a reclamar por el golpe sufrido.
El otro joven de 18 años que se sentó en el banquillo ha sido condenado por saltar al campo e intentar dar un puntapié a un empleado de Seguridad Integral Canaria. El golpe no llegó a impactarle y el trabajador tampoco ha querido denunciar el hecho.
Por último, el tercero de los condenados, de 25 años, se integró en un grupo de personas para "hostigar, coaccionar y presionar" a varios vigilantes de seguridad, según los hechos declarados probados por la sentencia, que fue dictada de viva voz por el juez el pasado viernes y es firme al ser una conformidad.
La sentencia añade que los tres jóvenes actuaron sin coordinarse con el resto de los alborotadores no identificados, aunque si de manera "rápida, violenta y amenazadora" hasta causar una grave perturbación del orden público y sumir en el "temor, la inquietud y la preocupación" a las casi 30.000 personas que abarrotaron las gradas del Estadio para apoyar a su equipo en el último partido de Liga.
