Gira la portería del Barcelona y se mueve las porterías del City y Ajax, justo ahora que el mercado de fichajes entra en la semana final. Y definitiva. Gira la portería, se va Claudio Bravo al Manchester City para que Guardiola tenga el jugador de campo que necesita bajo los palos, llega Jasper Cillessen para ser el nuevo número dos azulgrana, quedándose ya Marc André Ter Stegen como guardián indiscutible del templo del Barça. Y Joe Hart, un símbolo en el fútbol inglés, se queda en medio de la nada, aturdido porque su pobre juego con los pies le ha colocado en una situación (no sabe qué hará) inimaginable hace unas semanas.

«En Chile no querían que jugara con los pies», confesó Bravo a este diario hace un par de años, recién llegado al Barça. Pero esa insistencia de Julio Rodríguez, su entrenador, alumno de la escuela holandesa de Frans Hoek, de quien recibió algunos cursillos, no solo le llevó a la Real Sociedad y después al Camp Nou sino que ha terminado siendo fundamental para descubrir el universo de la Premier con Guardiola convertido en su más fiel devoto. Al Barça le costó 12 millones de euros y ahora, en cambio, recibirá 20, incluídos los variables, a pesar de que su cláusula de rescisión estaba fijada en 40.

EL OJO DE BAKERO

«Me decían que ralentizaba mucho el juego y que un portero no debía jugar con los pies», confesó Bravo recordando esos momentos -tenía apenas 14 años- en los que la fortaleza ideológica de Julio le iban a dar un verdadero tesoro. «Tú jugarás en Europa», le dijo el técnico a ese niño chileno de Viluco. Él entonces ni podía soñarlo.

Pero esos pies le están llevando a recorrer los grandes clubs europeos encontrándose en Manchester, curiosamente, con el hombre que abrió los ojos de José Mari Bakero, quien en su época de entrenador de la Real Sociedad se fijó en Bravo. Xabier Mancisidor era el técnico de porteros donostiarra cuando el héroe de Kaiserslautern se sentaba en el banquillo de Anoeta. Ahora, Mancisidor, que llegó a la Premier con Pellegrini (2013), ejerce esa misma tarea con Guardiola.

Bravo llegó este martes a la ciudad inglesa para ultimar un fichaje que ya estaba cerrado hace semanas. Sabe que será el número uno indiscutible para Guardiola, quien no ha dudado en prescindir de Hart (29 años), un símbolo del fútbol británico. Ni juega ni entra en sus planes, por más que este miércoles lo pueda colocar de titular en la vuelta de la previa de la Liga de Campeones contra el Steaua (0-5 en la ida para el City).

CHARLA GUARDIOLA-HART

En el entrenamiento previo a la cita europea, las cámaras captaron un diálogo entre el técnico y el portero inglés. Cruce de miradas tensas entre Guardiola y Hart, pese a que el entrenador ya le dejó claro desde el primer día sus intenciones. «La relación con Hart es excelente», comentó el entrenador.

Con Bravo en Manchester y el mercado a punto de cerrarse, el futuro del portero inglés se complica. Hart querría ser cedido sin descartar siquiera la posibilidad de quedarse como tercer guardameta tas el chileno y Caballero, el portero titular para Guardiola. Pero solo hasta el domingo cuando debute Bravo ante el West Ham (17.00 h).

«No puedo negar lo que se dice. Pero el fichaje todavía no está cerrado, pero el Barça ya anunció los contactos con el City hace 8 o 10 días», se limitó a decir el técnico del City, esquivando más valoraciones hasta que esa puerta giratoria de porteros sea oficial el jueves cuando Cillessen, que juega este miércoles en Rusia su último partido con el Ajax, esté en Barcelona pasando revisión médica antes de firmar hasta el 2021.

TODOS GANAN

El experto meta chileno disfruta de sus primeras horas en el fútbol inglés, mientras al holandés se le espera en el Camp Nou el jueves. YTer Stegen, que aún no ha debutado esta temporada en partido oficial debido a un esguince en la rodilla, empezará a disfrutar a partir de ahora de su nuevo estatus de portero número uno del Barcelona.

Cillessen, que era el escogido por Van Gaal hace un año para llevarlo al Manchester United si De Gea hubiera acabado en el Madrid, entra en otra dimensión con su fichaje por el Barça. En la operación, el Barça recibe 20 millones y paga 13. Gana siete. Ter Stegen, que solo jugaba en Europa, estará obligado a demostrar que ya no es el portero del futuro sino que es del presente. Empezando el domingo en San Mamés. Arranca su nueva era. Y en solitario.