Vallecas es un barrio humilde a no muy lejos del centro de Madrid. Es un barrio obrero de gente variopinta donde salpicaron las aguas revueltas del Manzanares tras la trágica trifulca entre aficionados radicales del Dépor y del Atleti. Entonces se prohibió exhibir insignias de grupos ultras, también a los Bukaneros, el grupo radical del Rayo. El estadio de la calle Payaso Fofó está rodeado de pancartas en su favor y mensajes reivindicativos contra "el fútbol moderno" y los partidos en lunes. En señal de protesta no animan.

Por allí se pasan varios centenares de aficionados cordobesistas, pese al horario. Muchos de los que llegan al estadio son cordobeses exiliados en la capital en busca del trabajo negado en Córdoba. Otros tantos se pegan la paliza en bus sin importar que hoy haya que trabajar. O quizás porque no tienen esa obligación.

Pero en el barrio obrero el trabajo es lo de menos cuando hay fútbol. Buen rollo generalizado entre ambas aficiones, compartiendo cervezas en la previa. Momento perfecto para lucir bandera en la capital.

Comienza el encuentro y de pronto los cordobesistas llenaron dos sectores en preferencia. "Bienvenidos, cordobeses, a Vallecas, donde siempre sois bien recibidos", se escucha en megafonía. Suena el himno del Rayo y como quien escucha llover. Un minutos después, los blanquiverdes se ponen en pie. Bufandas al cielo. No importa que no se les oiga. Entonan el himno con fuerza. Resulta que sí, que se escucha y retumba en el barrio obrero. A partir de ahí el Córdoba parece jugar en casa por momentos.

Susto del Rayo y manos a la cara. La mayoría de la expedición cordobesista se pierde cómo el linier levanta el banderín. Es solo un susto. Lo que sí ven en primera plana es el gol autoadjudicado de Florin Andone. Se va a la preferencia con Abel y los cordobeses se los quieren comer. Comienza a rondar el recuerdo de Bilbao, pero también Elche.

Llega el 54' y la afición visitante vuelve a ponerse en pie para entonar el himno. Esta vez los locales no son tan amables. Cuatro después el apoyo es para los Bukaneros, en silencio. Era su reivindicación. 'Su' equipo los necesita. Lo dice Jémez. Y el Córdoba necesita a los suyos. Y ahí están, para verlo ganar.