Vuelve José Mourinho al Calderón, donde siempre ganó con el Madrid, y lo hace como si nunca se hubiera marchado aunque ahora manda en el Chelsea, con el que va a calibrar la capacidad del Atlético para seguir asombrando a propios y extraños también en la Liga de Campeones. Regresa el técnico portugués con el objetivo de superar en la primera competición europea la fase en la que se quedó clavado con el equipo blanco en las tres ediciones precedentes, las semifinales. Y lo hace sin haber variado lo más mínimo los rasgos de su carácter, haciendo amigos entre los árbitros ingleses como no dejo de hacerlos entre los españoles cuando entrenaba al Madrid.

Está por ver si Jonas Eriksson, encargado de dirigir el choque (20.45 horas, TVE 1), se ve mediatizado por la actitud de Mou, que ayer no quiso referirse al colegiado sueco cuando se hizo mención a su particular lista negra arbitral. "Nunca hablo de los árbitros antes de los partidos. Están para hacer su trabajo y espero que mañana no cambie mi idea. Espero que esté preparándose y esté feliz", afirmó el técnico el Chelsea, que no quiso contestar en castellano ninguna pregunta. Tampoco quiso volver sobre lo sucedido la última jornada en Stamford Bridge.

El hecho es que el equipo londinense llega más presionado que el madrileño después de que la derrota ante el colista, el Sunderland, le dejara con escasas opciones de pelear por la Premier. Una circunstancia que lleva al límite a Mourinho, señalado también como impulsor de turbias maniobras para ejercer presión sobre Courtois, a quien pueden haber llegado amenazas de no ser cedido otro año al Atlético y condenarle al banquillo el curso que viene si participa en la eliminatoria.

"No es un tema de preocupación. No hay nada que comentar", se limitó a decir en torno a esa guerra psicológica Simeone, que agradeció en su día la aclaración de la UEFA sobre la ilegalidad de la clásusula penalizatoria en caso de alineación del portero belga, que estará sí o sí en la formación titular rojiblanca. "Las decisiones de la UEFA no se comentan, sólo se aceptan", dijo después Mourinho en el mismo escenario, la sala VIP del Calderón.

Estará Courtois y con él Simeone aspira a mantener la consistencia que distingue al Atlético. Es uno de los paralelismos que trazó entre los dos equipos. "No somos iguales, pero tenemos situaciones similares. La del Chelsea es la defensa menos goleada en la liga inglesa y nosotros lo mismo en la española. Tienen un juego bastante directo y buena pelota parada a favor", dijo el preparador argentino. Pero los rojiblancos tienen la Liga a tiro y pretenden abrir las puertas a una final de la Copa de Europa 40 años después.

Un reto al que El Cholo y sus jugadores se enfrentan con el estado de ánimo adecuado. "El equipo ha crecido y sigue creciendo partido tras partido. No hemos logrado nada. Se te valora por lo que haces al final. Puede haber mejores jugadores en los rivales que vas a enfrentar, pero con más pasión e ilusión que nosotros pocos", afirmó Simeone, que meterá en el centro del campo a Suárez por Tiago, a Raúl García por Adrián y a Villa y Costa arriba. Mourinho no puede contar con Etoo, que se quedó en Londres por un problema en una rodilla.