No siempre la luz habita en lo sencillo, ni la claridad es sinónimo de azul, de transparencia y luminosidad, pero, a veces, ocurre el milagro y el prodigio adquiere textura y calidez de verso, virtud de lirismo, estructura de emoción cuando abres un libro y, tras leerlo, recuperas una pasión que ya creías perdida, la de leer como un adolescente hallando palabras de una hermosa sencillez. La poesía no está, por desgracia, en quien la busca, sino en quien la halla y la abraza tenuemente, con la sutil transparencia de quien ama en mitad del verano la forma de una nube que rema en el cielo mecida por el sol. Los versos de este poemario prodigioso que aquí nos ocupa, Ficciones para una autobiografía , escrito en estado de gracia por Angeles Mora, son como esas nubes altas, luminosas, que reman felices en las tardes de verano, aparentemente frágiles, muy tenues, pero serenamente consistentes, de una sencillez pictórica esencial.

La poesía de Angeles Mora siempre tuvo esa verdad doméstica, purísima, de emoción contenida y suavísima elegancia que tanto nos llega a quienes buscamos en el poema una estancia agradable para sentarnos a respirar y contemplar, sin prisa, meditando, el pasar de la vida, el trasiego de las nubes, la luz que el aire abandona con sigilo en las cosas sencillas, humildes, necesarias: "Viendo brillar la tarde, al paso de los años,/ antes de que el verano nos aplaste" (Pág. 16) Los versos de esta poeta son elásticos como voces de niño en el fragor de algún recreo donde la lluvia es vencida por el sol. Su poesía es lumínica, tersa y elegante, de una sonora y azul plasticidad que aúna el misterio de los rincones más insólitos (espacios y paisajes contemplados en un viaje) con la pureza esencial de lo doméstico: los vasos, los platos, la plancha en una mesa, el fregadero con pompas de jabón. La mayor virtud que goza este poemario, este hermoso Ficciones para una autobiografía , es que une en sus versos la materia reflexiva, la pulsión de la idea, con el hilo de lo humilde y el resplandor sutil de la emoción que destilan las voces y los nombres cotidianos, lo que a diario sucede a nuestro alrededor, consiguiendo con ello que el poema vuele alto, como cuando nos dice la autora lo siguiente: "La imagen que más hiere/ está pasando siempre.../ repitiéndose en mí,/ igual que el Támesis escribe sin cesar/ el corazón de Londres" (Pág. 58). Versos como los anteriores, tan espléndidos, resplandecen y brotan a lo largo y ancho del volumen como palomas que surgen entre las sombras de una plaza estival mordida por la luz.

La poesía de este poemario es luminosa, de una musicalidad caleidoscópica, ya que en su ritmo hay tonos sosegados con otros más vigorosos, contundentes, y los versos transcurren como líneas de arco iris sobre el cielo ingrávido y lento del papel: "La alegría más alta/ siempre esconde una sombra/ invisible,/ agazapada, de tristeza." (Pág. 65), fragmento del poema titulado Nubes . Cuajado de sombras, de luces y claroscuros, de voces y susurros, de recuerdos infantiles, de elegantes reivindicaciones feministas, de tiernos paisajes, de ideas y reflexiones, de emociones purísimas, este cálido poemario transcurre lo mismo que un río prodigioso entre sombras y guijarros de melancolía, bajo nubes de olvido y árboles de amor. Dividido acertadamente en cinco estancias, el libro contiene poemas inolvidables, cosidos por una elegante transparencia que dota al volumen de una suave altura estética que brilla en poemas como, por ejemplo, el titulado Contigo misma (Pág. 17), una pieza donde Angeles Mora combina sabiamente la nostalgia, el desánimo, el dolor y la esperanza, o estos que le siguen: Lugares de escritura (Pág. 39), Una forma de vida (Pág. 54), Veranos , bellísimo descenso a los cielos de la infancia, y En el desván (Pag. 87). Hay otros muchos poemas sobresalientes; en realidad, el conjunto del poemario mantiene una calidad sobresaliente. No hay en todo el volumen ni una mínima caída, consiguiendo su autora, Angeles Mora, con acierto, un retablo poético rozado por el halo de una sutil, prodigiosa sencillez.

'Ficciones para una autobiografía'. Autora: Angeles Mora. Editorial: Bartleby. Madrid, 2015