Casi desde que inició sus estudios universitarios, Raúl Bajo tuvo claro que su futuro tenía que pasar por el mundo académico. "En particular, me atrae la docencia y la investigación en temas de teoría económica", señala desde Houston, Texas, este cordobés de 25 años, licenciado en Economía y Derecho por la Universidad de Navarra. En Estados Unidos, Raúl realiza su doctorado en la Universidad Rice, con una beca Fulbright.

Antes, Raúl ya estuvo en el extranjero en dos ocasiones; como estudiante de intercambio en Polonia primero, y en la Universidad de Yale (EEUU), después.

Luego, hizo el Master en Economía y Finanzas de la Universidad de Navarra a la par que trabajaba como profesor ayudante y asistente de investigación en Microeconomía, lo que afianzó su vocación por crecer en el mundo académico.

Con este currículum, no sorprende que Raúl cuente desde Houston que la mayor parte del tiempo la dedica al estudio, desde que llegó el pasado 2 de agosto, para un periodo que no será menor de cuatro años.

"De momento, solo me dedico a estudiar", explica Raúl. "En los doctorados en EEUU, el primer años, o a veces los dos primero años, hacen una criba, te hacen pasar por una serie de cursos muy exigentes, en los que básicamente estás toda la semana yendo a clases, seminarios o charlas, haciendo trabajos, desarrollando modelos, leyendo artículos de investigación, etc... Así que en eso dedico casi todo mi día, y parte de la noche, incluidos fines de semana", asegura el joven cordobés.

Pero aunque la diversión la deje para el futuro, Raúl ha aprovechado el poco tiempo de ocio de que dispone para, por ejemplo, ir a un partido de los Houston Rockets de la NBA, al campo de fútbol del Houston Dynamo, "a años luz del ambiente de El Arcángel, por cierto", apunta.

A pesar de que Raúl ya había pasado varias temporadas como estudiante en el extranjero, reconoce que el choque cultural ha sido mayor del que esperaba. "Todavía no me acostumbro a almorzar a las doce o cenar a las seis y media --señala--, la gente de mi departamento se extraña cuando me ven comiendo a las dos y media".

Otra de las cosas que llamó la atención de Raúl y le resultó incluso "difícil de superar", fue la ausencia de trasporte público. Y luego está la mentalidad y la forma de pensar de los estudiantes en Estados Unidos, totalmente distinta a la española o la europea. "Para ellos, temas como el Código de Honor Universitario o el apoyo a su equipo de fútbol, americano claro, son cosas totalmente sagradas --dice--. Me atrevería a decir que lo llevan al extremo a veces".

Aunque le echan de menos, los padres de Raúl están orgullosos, y además, como él dice, no les queda más remedio porque ya saben que "me encanta estar de aquí para allá. Así que por suerte o por desgracia mi familia ya esta acostumbrada a este tipo de aventuras".