La dirección del IES Antonio María Calero de Pozoblanco ha pedido a la Delegación provincial de Educación el aplazamiento del inicio del curso escolar previsto para el próximo lunes día 15 ante la caótica situación de desorden y suciedad, con polvo en suspensión, que podría tardar entre diez o quince días en desaparecer, encontrada por el profesorado tras incorporse el pasado 1 de septiembre. La situación se debe a las obras de ampliación del centro, que deberían haber terminado el 31 de agosto y de las que aún quedan algunos flecos.

Los padres de los alumnos están dispuestos a impedir el paso de sus hijos el lunes si la Delegación no acepta el aplazamiento. Así lo han confirmado fuentes del instituto tras la celebración de una reunión de claustro de profesores y del consejo escolar extraordinario donde los progenitores pudieron comprobar la situación del centro.

Al parecer, la empresa responsable de las obras de ampliación habría sido la causante del desorden, que incluye el extravío de algunas sustancias peligrosas utilizadas por los alumnos de la rama sanitaria como ácido sufúrico, nitratos o cloroformo. Tampoco se encuentran algunos ordenadores que estaban en un armario bajo llave y cuya cerradura ha sido forzada.

Según la dirección del centro, las dependencias no cuentan con las condiciones mínimas de seguridad e higiene para que los alumnos inicien sus clases y, a pesar de la colaboración del profesorado, llevaría alrededor de dos semanas, dependiendo del personal que se dedicara a la limpieza, dejarlo todo en orden y listo para la entrada de los alumnos. Desde el Ayuntamiento también se han puesto en contacto con la Delegación para buscar una solución.