El obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, presidió anoche en Lucena la reapertura de la parroquia de Santiago Apóstol, que ha sido restaurada a lo largo de los últimos meses. Con este motivo se celebró una misa solemne en la que el obispo estuvo acompañado por el vicario de la Campiña, David Aguilera, y el párroco de Santiago, Francisco Roldán, así como de otros sacerdotes.

La celebración religiosa contó con la intervención del Coro de la Cofradía del Cristo de la Sangre. Previamente, Demetrio Fernández recorrió el templo mientras atendía las explicaciones del párroco sobre las mejoras que se han llevado a cabo en el mismo. El obispo saludó a numerosos fieles, que le expresaron sus satisfacción por los trabajos realizados. Posteriormente, en su homilía puso de manifiesto el importante avance que estas actuaciones han traído consigo para este templo lucentino y animó a todos los feligreses a seguir participando en las actividades que se desarrollan en la parroquia.

En los últimos días han regresado a esta iglesia las distintas imágenes que tienen su sede en ella. Es el caso de las capillas de la Virgen de la Soledad, que celebra su 450 aniversario, y del Cristo de la Columna.

Las obras de restauración han sido dirigidas por el arquitecto Rafael Pineda del Espino y han mejorado notablemente tanto la solería del templo como el conjunto del mismo. Su financiación ha sido posible gracias a la aportación del Obispado y se completará en los próximos años con las colaboraciones de los fieles y de las cofradías que tienen su sede en el templo.