A falta de la inversión con la que se ultimaría la puesta en marcha de varias de las maquinarias que forman parte del mismo, el denominado centro de interpretación etnológico del textil de Priego, o museo del textil, que se ubicará en el edificio de La Quinta, será una realidad en los próximos meses, una vez finalizadas las obras de acondicionamiento y la musealización del inmueble, así como el traslado de las piezas que conformarán este nuevo recinto expositivo. Así lo indicaba a Diario CORDOBA el presidente del área de Cultura del Consistorio prieguense, que confesaba que el objetivo del equipo de gobierno, "es abrirlo este verano".

Un museo de la industria textil en el que se mostraría una de las señas de identidad de la historia económica y social de localidad, primero con la elaboración de tejidos de seda desde finales de la Edad Media hasta las primeras décadas del siglo XIX, posteriormente con la producción de tejidos de algodón, desde 1860 hasta 1972 aproximadamente, y, por último, con la confección de prendas de vestir, desde 1970 hasta la actualidad, dándose la circunstancia de que en los períodos de declive primero de la industria de la seda (1790-1860), y luego la del algodón (1960-1980), se produjo una grave crisis económica que se tradujo en la emigración de miles de prieguenses.

De ahí la importancia de contar con un recinto, a modo de aula de interpretación, en el que se dé a conocer cómo era una fábrica de tejidos de algodón, para lo cual se cuenta con la maquinaria, enseres y documentos donados por los familiares de Domingo Pedrajas Jiménez, procedentes de la fábrica ubicada en la calle Enmedio Palenque y que cesó su actividad en 1970.

Según indicaba Miguel Forcada, "de las más de treinta fábricas textiles que existieron en Priego hasta la década los años setenta del pasado siglo, todo se destruyó, o se vendió en chatarra, demoliéndose los edificios", lo que da una idea de la importancia de contar con esta maquinaria, "que refleja fielmente cómo era una fábrica de la época, ya que se ha conservado en perfecto estado, como el día que se cerró".

Entre las máquinas que se exhibirán se encuentran una bobinadora, una canillera, un urdidor y varios telares diferentes, siendo la intención, como así adelantaba Forcada, "que lo hagan funcionando, para que pueda verse como se tejía".

Para la adecuación de La Quinta como espacio museístico han sido necesarias importantes actuaciones, interviniéndose en los tejados del inmueble y acondicionando la planta baja del mismo, que ya cuenta con la iluminación adecuada y los paneles informativos.