El Lagar de Las Puentes, uno de los enclaves vitivinícolas de referencia en la Sierra de Montilla, asistió ayer al inicio de la vendimia, la más temprana de la Europa continental, con la recolección de la uva chardonnay, ideal para la elaboración de vinos jóvenes sin crianza.

Desde las 7.00 de la mañana, una cuadrilla de ocho personas comandada por Manuel Peinado se desplegó por los liños que circundan el cauce del arroyo Benavente y que forman parte de la Zona de Calidad Superior de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.

"La uva está muy buena: estas cepas tienen las hojas más duras y más espesas y el fruto resiste mejor el calor", confirmaba Manuel Peinado quien, provisto de unas pequeñas tijeras, retiraba con agilidad los racimos de las cepas, adaptadas ya al más eficiente sistema de espaldera.

Bajo el inclemente sol de la Campiña, que al mediodía elevaba las temperaturas hasta los 40 grados a la sombra, los vendimiadores de Alvear iban rellenando sin descanso las decenas de cajas de plástico que salpicaban el viñedo.

La cuadrilla dio de mano cerca de las 14.00, con un balance más que positivo: 3.500 kilos en una intensa jornada que, poco después de las 4.00 de la madrugada, continuó con la recolección mecanizada, una modalidad de trabajo que cumple once años en la zona Montilla-Moriles y que permite cosechar una gran cantidad de fruto a salvo de las elevadas temperaturas que se registran en la Campiña en las horas centrales de la mañana.

Precisamente, el intenso calor y la baja humedad han llevado a variedades como la chardonnay o la moscatel al momento idóneo para su recolección.