En la contabilidad de Almazaras de Priego "no hay nada anormal", declaró ayer el exdirector de esta cooperativa, Pedro Quesada, en el juicio que se sigue a nueve acusados -él entre ellos-- por delito societario en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba. El procesado, que se negó a responder a las preguntas de la plataforma de afectados Almazeite, insistió en que se dedicaba a "comprar y vender aceite" y que informaba de estas operaciones al consejo rector de la cooperativa.

Negó que firmara una serie de pagarés en una operación, si bien reconoció que no denunció esa falsificación. También fue interpelado por una tarjeta de crédito, de que la que dijo utilizar "exclusivamente para visitas comerciales".

Previamente, fiscal, defensas y acusaciones llegaron a un acuerdo sobre el delito de apropiación indebida después de que tres de los acusados --Quesada, un comisionista y un directivo de Jaroliva-- depositaran 100.000 euros de responsabilidad civil y se les retirara la acusación, a la vez que aceptan una pena de seis meses de prisión. Se mantiene este cargo para el secretario de la cooperativa. A este, al director, al presidente y a tres interventores de la entidad se les acusa de delito societario.

El debate jurídico se centró en si Almazeite ejercía la acusación particular (como perjudicados directos) o acción popular (ofendidos), cuestión sobre la que se pronunciará la sala en sentencia. Este colectivo reclama indemnizaciones por valor de 16,3 millones de euros a todos los procesados.

Los hechos que se juzgan se remontan a la campaña 2004/2005. Almazaras de Priego se constituyó como cooperativa de segundo grado un año antes, englobó a cinco cooperativas de la comarca de la Subbética y contrató como director gerente a Quesada.

Según sostenía la fiscalía en un principio, el director de Almazaras, de común acuerdo con el director de una caja de ahorros y el secretario de la cooperativa, efectuaron varias operaciones de ingreso y pagos en los que hacían constar que eran a favor de algunas o de las cinco cooperativas, cuando en realidad iban a parar a los acusados.