La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a través de su Comisaría de Aguas, ha abierto procedimientos sancionadores contra siete plantas de procesado de aceituna después de localizarse «vertidos abusivos en el arroyo Salado de Porcuna, entre las provincias de Córdoba y Jaén». Así lo indicó ayer el organismo de cuenca, que informó de la existencia de más de 50 puntos de control y observación a lo largo de la cuenca, dentro del protocolo de vigilancia, y ha sido diseñado unificando los datos y experiencia de anteriores años.

La CHG ha advertido que algunos de estos vertidos industriales se vierten al alcantarillado público, apareciendo posteriormente en los colectores municipales y ocasionando la mezcla de sustancias de proceso industrial con las aguas residuales urbanas y la consecuente aparición de fenómenos como malos olores, restos de grasa y espuma en los cauces. «Las aguas derivadas del proceso de almazaras contienen una carga contaminante muy elevada que en caso de descarga a los ríos y arroyos puede provocar que desaparezca el oxígeno disuelto, pudiendo dar lugar a la mortandad de peces».