Carcabuey vive el próximo domingo una de sus celebraciones más típicas y que en absoluto casa con el día que marca el calendario. El 31 de marzo es Domingo de Resurrección y, sin embargo, este municipio de la Subbética está de carnaval, un carnaval muy peculiar. La Pascua de los Moraos, como se llama esta fiesta, saca a la calle a los vecinos del pueblo, que son sus verdaderos protagonistas, y los convierte en la voz y en la imagen de una sátira de todos los acontecimientos ocurridos en la localidad durante el año. Murgas, pasacalles y pregones. Cualquier modalidad es idónea para dar forma a la crítica y a la risa ante un público que aplaude la improvisación, el disfraz, la gracia y las ganas de fiesta de los participantes. La actuación de los políticos, la vida social o cualquier comentario que haya circulado por el pueblo es susceptible de burla.

No hay una celebración similar en España y esa condición le ha valido el título de Fiesta de Interés Turistico de Andalucía. Se trata de una celebración que hunde sus raíces en un pasado remoto y que entronca, por sus peculiaridades, con las fiestas paganas o bacanales con las que se festejaba la llegada de la primavera.

La Pascua de los Moraos es un ejercicio de autocrítica colectiva, de regeneración vital de todo un pueblo a través de la ironía y el humor. Aunque son muchos los motivos de atención que tiene esta fiesta, lo cierto es que el pregón supone su nota más característica y genuina. Nadie puede esperar encontrarse, como suele ser habitual en estos casos, al típico pregonero vestido de chaqueta y ubicado en un lugar habilitado para ello, desde el que el deleita a los presentes con su oratoria. En la Pascua de los Moraos, el escenario son las calles del pueblo y los exaltadores van recorriéndolas gritando a viva voz lo que un apuntador le va dictando. Le acompaña una charanga que ameniza con música los temas que él aborda en cada momento. Ya por la noche, con la tradicional verbena, suena la música hasta altas horas de la madrugada, completando así un día lleno de diversión, jolgorio y mucha fiesta.

Parece ser que esta fiesta tiene su origen en una antigua cofradía de Semana Santa que para desquitarse de las penitencias y ayunos que imprime la Cuaresma organizaba a partir del Domingo de Resurrección actividades que llegaban a durar hasta tres días.

Precisamente, uno de los orígenes del nombre de la actual fiesta carcabulense puede ser el color morado de la túnica de esta cofradía. La Pascua de los Moraos fue el único carnaval, junto al de Cádiz y al de las Palmas de Gran Canaria, en sobrevivir a la dictadura franquista.