La sectorial de ovino de Asaja ha debatido sobre las consecuencias que tendría la lengua azul en Córdoba, ya que el no vacunar podría suponer unas pérdidas de más de 37 millones de euros al restringir el movimiento en ovino y también el de bovino, por lo que se ha acordado solicitar un plan de acción a la Junta de Andalucía.

Los ganaderos de toda la provincia analizaron en la sectorial de Asaja Córdoba la situación que existe con los nuevos brotes de lengua azul y valoraron que, de no actuar la Consejería de manera urgente, "la declaración de Córdoba dentro de zona de restricción, sumado a la falta de vacunas por la falta de previsión de esta Consejería --las escasas 350.000 dosis que había las ha adquirido Castilla y la Mancha a pesar de que declaró el foco más tarde--, podría ocasionar pérdidas solo en Córdoba de más de 37 millones de euros". Para el cálculo de esta cantidad se han tenido en cuenta datos de animales vivos que Córdoba exporta a otras comunidades autónomas --solo en el 2012 esta cantidad fue de 285.371 animales-- y exportaciones al extranjero, contabilizando además el bovino, que también se vería afectado por el movimiento.

Las restricciones finalizarían a mediados de diciembre y según bajaran las temperaturas, ya que el mosquito, vector de la enfermedad, muere en esas condiciones.

Igualmente, en la sectorial se habló de la necesidad de que la Junta de Andalucía compre pronto las vacunas necesarias y, si es posible, en conjunto con otras comunidades autónomas, ya que a medida que pasan los días la situación se empeora y hay que poner dos dosis con un intervalo de 21 días para poder mover los animales.

Por ello, la sectorial de ovino de Asaja Córdoba acordó solicitar un plan de acción en el que se contemplen fechas de encargo de vacunas y fechas reales en las que el ganadero dispondrá de ellas.