Feminismo, según la Real Academia de la Lengua Española: «Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres». Los mismos. ¿Se puede ser mujer, se puede ser persona, se puede ser demócrata y no ser feminista?

La catedrática de Derecho Constitucional de la UCO Carmen Calvo lanzó ayer en Córdoba todas estas preguntas al aire para reivindicar la palabra y la lucha feminista. Lo hizo en un acto institucional organizado por el IAM con motivo del Día Internacional de la Mujer ante un auditorio repleto de personas, algunas de ellas hombres. «La lucha por la igualdad se llama feminismo», recalcó dirigiéndose a aquellos a los que les da miedo declararse como tal. «Si la palabra da miedo es porque cada día hay un ataque a la igualdad entre hombres y mujeres, porque la sociedad aún no cree en la igualdad». Feminismo ¿para qué? era el título de su ponencia, en la que recordó que feminismo «no es lo contrario de machismo como muchos piensan» (que defiende la supremacía de un género sobre el otro en lugar de la igualdad), y argumentó la vigencia de sus postulados en un mundo que aún se tiñe de negro cuando eurodiputados polacos de dudosa calaña se permiten decir que las mujeres son seres inferiores a los hombres. «¿Cómo se puede soportar algo así, si el comentario se hubiera referido a otro colectivo lo habrían aguantado?», se preguntó Calvo, que cuestionó las bases de una democracia construida al margen de las mujeres, al margen de la igualdad y al margen del feminismo.

Ante la atenta mirada de cientos de mujeres, Carmen Calvo se refirió al machismo que se transforma en la forma de terrorismo «que permite que a diario asesinen a mujeres por el hecho de serlo» y abogó por «cambiar no solo las leyes sino tópicos y estereotipos, por mirar al mundo desde la mayor diversidad que existe, la de hombres y mujeres». En su exposición defendió la necesidad de actuar contra la penalización que las mujeres sufren cuando deciden ser madres y recordó a los que piensan como el eurodiputado machista que «las mujeres no queremos ser hombres, ser mujer es algo digno e interesante, lo que queremos es justicia».

Tras su intervención, la Asociación de Mujeres Buenavista de Doña Mencía representaron 14 mujeres fascinantes, un alegato en favor de la historia que han escrito personajes como Clara Campoamor, Mariana Pineda, Olimpia de Gouges o Marie Curie. Un acto de justicia.