La empresa municipal Vimcorsa va a dar los primeros pasos en el proceso de regeneración urbana que necesita el barrio de Fray Albino con un completo diagnóstico sobre el mismo. El gerente de la empresa municipal, Rafael Ibáñez, se reunió ayer con representantes de la asociación Guadalquivir del Campo de la Verdad y Fray Albino y con familiares de la mujer desalojada de la casa número 19 de la calle Creta el 28 de diciembre. Entre las propuestas que planteó Ibáñez está la de llevar a cabo «un plan de verificación de viviendas», es decir, elaborar un censo para decidir por dónde empezar a reconstruir el barrio y cómo hacerlo. En ese censo, en el que la empresa comenzará a trabajar la semana que viene, entrarán las viviendas abandonadas porque tienen riesgo de ruina y no están en condiciones de habitabilidad, los inmuebles vacíos que pertenecen a bancos (que son muchos) y que se han llenado de ocupas, y los solares libres.

Ese diagnóstico será el punto de partida de la reconstrucción por fases y en un plazo largo de tiempo que pretende impulsar Vimcorsa para hacer frente a los continuos problemas que tiene el barrio, en el que no cesan las grietas desde mitad de la década pasada. La empresa quiere dedicar un apartado especial a Fray Albino en el plan municipal de vivienda que prepara.

El presidente de la asociación vecinal, que a su vez preside el consejo de distrito Sur, Antonio de la Rosa, explica que el diagnóstico no solo se centrará en esa primera lista de inmuebles vacíos o en estado ruinoso y solares, sino también «en la población que reside en el barrio, en el planeamiento urbanístico, en el estado de las calles y del alcantarillado, y en la capacidad económica de los propietarios de las viviendas». La idea es, según asegura, «en función de ese diagnóstico, que se hará despacio y hablando con mucha gente, ver hacia dónde caminar». Según De la Rosa, en ese estudio trabajará un equipo de ocho personas.

Lo que ha quedado claro, según afirma, es que Fray Albino no debe perder «su identidad» y que las medidas que se apliquen no han de servir para «expulsar a los vecinos» y atraer a otros residentes. A su juicio, medidas como la sustitución de casas por bloques «acaban con la identidad del barrio, promueven la especulación y expulsan a los residentes». En la reunión también quedó claro que la solución que se adopte ha de ser definitiva e «intentar no hacer más chapuzas», ya que el tiempo ha demostrado que la intervención de Vimcorsa en más de 700 viviendas desde el 2005 no ha acabado con los problemas que padece el barrio.

El gerente de Vimcorsa asegura que los trabajos empezarán el lunes y desde ese día el equipo visitará casa por casa y preguntará «si hay problemas con las grietas o de conexiones de las aguas residuales a la red de alcantarillado, si hay humedades», etcétera. Tras el diagnóstico, vendrá «el debate» sobre las líneas de actuación, que es la «fase más delicada porque hay problemas estructurales serios» y «hay que ver cómo llevar a cabo el proceso de regeneración sin expulsar a la población histórica y sin procesos especulativos que encarezcan las viviendas», afirma.

En cuanto a la familia desalojada, el gerente de Vimcorsa expuso el informe de los bomberos, que indica que la vivienda tiene daños estructurales que ponen en peligro la integridad de las personas. Ese informe ha pasado a la oficina de ruinas de Urbanismo, que hará otro más detallado que indicará la magnitud del problema y si hay que tirar la vivienda y edificarla de nuevo o si basta con una intervención menos profunda. En función del informe, y según explica De la Rosa, «actuará Vimcorsa, Urbanismo y el resto de organismos municipales». Además, la asociación hablará con lo servicios sociales para intentar lograr ayudas de emergencia para la mujer desalojada.