El Ministerio Público ha pedido penas de cinco meses y medio de cárcel para un hombre y una mujer, acusados de un delito continuado de estafa en grado de tentativa, tras supuestamente pedir deudas a hosteleros en nombre de una empresa de suministro eléctrico. El juicio se prevé celebrar el 1 de junio en el Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba.

Según recoge la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, los procesados, "dirigidos por el ánimo de enriquecerse de lo ajeno, se concertaron para obtener cantidades de distintos empresarios, haciéndoles creer que tenían una deuda con su compañía eléctrica y que se les iba a cortar el suministro eléctrico, haciéndose ellos con las cantidades que abonaran".

De este modo, en ejecución de dicho plan, sobre las 17,30 horas del día 30 de abril de 2012, llamaron a un establecimiento de hostelería de la capital y le dijeron al propietario, "faltando a la verdad y dirigidos por el ánimo referido", que eran empleados de una entidad de suministro eléctrico y que, "si no procedía a hacer un inmediato abono en Correos por un importe de 2.435,20 euros, se iba a proceder inmediatamente a cortarle el suministro de luz".

Así, para "crear la apariencia de realidad", los acusados le hicieron creer que hablaba con un empleado de dicha entidad y que lo pasaban a distintos departamentos para "finalmente hablar con el de cobros que le dio una serie de datos, incluido un número de fax".

Tras esto, el afectado, "sospechando que se podría encontrar ante un engaño", llamó a su compañía de electricidad que le confirmó que no tenía ninguna deuda, por lo que no llegó a realizar ingreso alguno.

Igualmente, sobre las 19,45 horas del día 2 de mayo de 2012, "de común acuerdo y en ejecución del mismo plan", la acusada llamó a un restaurante de Córdoba y supuestamente se hizo pasar por una trabajadora de la entidad de suministro, de modo que le dijo al gerente del restaurante, que su empresa debía un importe de 3.420 euros y que, "si no procedía a su pago inmediato, procederían a cortarle el suministro de luz entre las 20,00 y 21,00 horas del mismo día".

Al igual que en el caso anterior, y "con la intención de dar credibilidad al engaño", hicieron creer al acusado que lo derivaban a distintos departamentos de la empresa, "hablando con distintas personas que no eran sino los acusados que finalmente le dijeron que debería darle los datos de su tarjeta para poder hacer el pago".

No obstante, el gerente sospechó de los procesados y les pidió un número de teléfono, por lo que "cortaron la comunicación sin lograr su propósito". Tras esto, el varón se puso en contacto con su compañía eléctrica, que le confirmó que no tenía deuda alguna pendiente con dicha entidad.