Tras la salida, este mismo verano, del puente romano de Villa del Río de la lista roja que elabora la asociación Hispania Nostra, siete son los monumentos o construcciones singulares de la provincia de Córdoba que siguen señalados por el riesgo de desaparecer si no se actúa pronto sobre ellos. Esta asociación lleva desde el año 2007 reclamando con la actualización de esa lista el arreglo de estas construcciones, unas públicas y otras privadas, muchas de ellas con protección especial.

El colectivo se dirige principalmente a las administraciones públicas e intenta llamar la atención de sus propietarios para que los recuperen, pero también ha establecido un sistema de micromecenazgo a través de su página web para acometer algunos proyectos.

En Córdoba, de los siete edificios históricos que continúan en el listado, se han iniciado actuaciones en dos -el castillo de Gahete, en Belalcázar, donde la Junta de Andalucía ya ha comenzado las obras de consolidación, y la ermita de la Consolación de Bujalance, cuyas obras de recuperación, que acomete el Ayuntamiento, están ya muy avanzadas-. Por otra parte, el Consistorio de Montemayor ha logrado una nueva subvención para el castillo de Dos Hermanas con la que pretende frenar el deterioro de los elementos emergentes de la antigua fortaleza e iniciar una excavación arqueológica para poner en valor el yacimiento. Y el Ayuntamiento belalcazareño intenta llegar a un acuerdo con el Obispado para que le ceda el antiguo convento de los Cinco Mártires de Marruecos.

Las anteriores son las únicas iniciativas que existen de recuperación, quedando de momento sin expectativas las alcubillas de Córdoba, el Palacio de la Isabela de Alcolea y la Torre de Arias Cabrera, en Torres Cabrera, estos dos últimos propiedad del conde de Torres Cabrera.