El plan especial de la Sierra tiene tras de sí muchos años de andadura. Aunque empezó a gestarse en el 2003, no llegó a tramitarse de forma inicial hasta junio del 2010, cuando fue aprobado por los entonces socios de gobierno municipal IU y PSOE. El PP, que estaba en la oposición, votó en contra. Casi un año después, en mayo del 2011, poco antes de las municipales, quedaron resueltas las alegaciones. El PP se abstuvo en esa fase. Cuando el PP llegó a la Alcaldía, el presidente de Urbanismo anunció que revisaría el plan. De eso hace más de tres años y medio y el documento sigue como estaba. Precisamente ese fue uno de los reproches que recibió ayer Martín por parte de De Gracia.

Una de las críticas que recibió el plan es que no resuelve la situación de las 24 parcelaciones de la Sierra, en las que puede haber unas 1.600 casas, de las que 10 son reconducibles con planes de mejora del medio rural, con los que pueden lograr servicios, pero 14 no lo son al estar en suelo no urbanizable de especial protección.

El documento de avance recibió 44 alegaciones mientras que el de aprobación inicial tuvo 17 de Al-Zahara, Ecologistas en Acción, CECO, la empresa de cementos Scmca, Siete Fincas, el consejo de distrito de Trassierra, Noriega, Inonsa, el Cabildo y particulares. Muchas censuraban el freno a las extracciones mineras y que La Palomera sea parque periurbano. Casi todas fueron rechazadas.