El Ayuntamiento tiene previsto iniciar en diciembre una de las actuaciones más emblemáticas de los próximos meses --e incluso años si se lleva a cabo todo lo previsto--, la reforma del Alcázar. La Junta de Gobierno Local dio ayer el visto bueno a la adjudicación de "la adecuación del nuevo itinerario accesible", que así es como se denomina el proyecto, que llevará a cabo la empresa Ingeniería de la Construcción Cordobesa, por 217.377 euros, un 30% menos de la cantidad fijada en la licitación, que fue de 309.874 euros. El plazo de ejecución de este proyecto será de ocho meses, por lo que, si las obras empiezan en diciembre, estarán terminadas para el verano próximo. La actuación se ha programado al detalle por ser un Bien de Interés Cultural y para no interferir en las visitas, con las que tiene que compaginarse.

Esta actuación fue anunciada por el anterior alcalde, José Antonio Nieto (PP), en julio del 2014, y salió a concurso antes de las municipales, a principios de mayo, por lo que el procedimiento se ha alargado durante medio año. Desde finales de septiembre estaba ya claro que Ingeniería de la Construcción Cordobesa era la adjudicataria, aunque faltaban los trámites de la presentación de la documentación. Ahora, con el paso dado por la Junta de Gobierno Local, queda la firma del acta de replanteo, que supone el inicio de la actuación. Al mismo tiempo, se llevará a cabo otro proyecto distinto para renovar el suministro eléctrico, presupuestado en 112.594 euros y con un plazo de tres meses.

¿Por qué es tan importante este proyecto? En primer lugar, es la primera intervención de envergadura en el Alcázar desde hace más de medio siglo. En segundo lugar, la actuación es significativa desde el punto de vista histórico, ya que recupera la entrada primitiva del Alcázar, la puerta Barroca, situada en la Ribera y utilizada entre los siglos XII y XX. Esto obligará a modificar el itinerario actual, que empieza en la entrada de la torre de los Leones, que se habilitó a mitad del siglo pasado y que dejará de usarse tras las obras.

En tercer lugar, tras estos trabajos, aumentará la superficie visitable del Alcázar, que entre este y el resto de proyectos que vendrán después se duplicará. Tras esta primera fase, el visitante descubrirá un espacio que está ahora cerrado, el Patio de las Mujeres, que está plagado de restos arqueológicos y que le permitirá adentrarse en el pasado de este recinto monumental. Además de la limpieza y consolidación del Patio de las Mujeres, se facilitará su interpretación. El patio contará con una zona de tránsito separada de los restos arqueológicos existentes por una barandilla.

En cuarto lugar, la intervención acabará con las barreras arquitectónicas existentes, con la colocación de dos ascensores y rampas en los jardines alto y bajo que pondrán fin a los problemas de accesibilidad con los que se encuentran ahora discapacitados y personas mayores.

Por último, este proyecto arrastrará otros. Si el equipo de gobierno continúa con lo planificado en el anterior mandato en el Alcázar, la segunda fase consistirá en la restauración de la fachada sur y del lienzo de muralla occidental, que está en muy mal estado. Después se llevará a cabo la recuperación de los paseos de ronda sobre los lienzos de muralla, de forma que, recorriendo los adarves, se pueda acceder a las cuatro torres, mientras que ahora solo se puede ver la de los Leones. Paralelamente, y dentro del Plan Turístico de Grandes Ciudades de Junta y Ayuntamiento, está prevista la restauración de la torre de la Inquisición y su conversión en museo. A medio y largo plazo hay más proyectos para el Alcázar y un plan especial que Urbanismo debe terminar de tramitar.