EDAD 52 AÑOS

LUGAR DE NACIMIENTO MADRID

PROFESION DIPLOMATICO

TRAYECTORIA EX ENVIADO ESPECIAL DE LA UNION EUROPEA PARA ORIENTE PROXIMO

--¿Cómo ha sido que al final se decidiera el PSOE a presentarle por Córdoba al Congreso?

--Fue una petición de José Luis Rodríguez Zapatero, que consideraba que, dadas mis características y mi perfil, entraba dentro de ese espíritu del modelo cordobés de convivencia, de tolerancia, de todo lo que ha sido el legado de Córdoba en el pasado y lo que tiene que ser en el futuro. Córdoba tiene que mirar hacia Europa, hacia el mundo árabe, hacia el Mediterráneo; en suma, a los que son sus vecinos más inmediatos, que es lo que yo, aparte de comprometerme con las preocupaciones de los cordobeses quiero dar: esa dimensión internacional que en los últimos tiempos Córdoba ha podido manifestar de manera muy puntual.

--¿Así se presentará a los cordobeses?

--Soy una persona de diálogo, con suficiente capacidad de entender al otro, de enjugar lo que son las vivencias de los otros y crear un crisol de entendimiento y comprensión. Cuando oigo hablar de Córdoba en Damasco o en París, donde se desarrolló la primera exposición de El esplendor de los Omeyas cordobeses , o en Estados Unidos, se dice que el espíritu cordobés es de diálogo y tolerancia.

--Ya sabe que Córdoba está hermanada con Damasco.

--Ya lo sé. Y ahora habrá que poner en marcha muchísimas acciones, como por ejemplo conseguir la Capital Cultural de Europa en el 2016. En este asunto habrá que trabajar para conseguir los apoyos y acciones necesarias. Ahora bien, 2016 me parece un poco lejano. Antes hay que llevar a Córdoba a otras muchas cosas, a otros objetivos, a otras iniciativas.

--¿A cuáles se refiere?

--España y Córdoba necesitan un proyecto de modernidad, de impulso democrático, de progreso social, de justicia y de libertad; que la gente se sienta comprometida. Hace poco tiempo estuve en Córdoba en una charla que di en el Colegio de Abogados y tuve la oportunidad de pulsar la atmósfera política. En Córdoba la gente vive tranquilamente, es serena, más o menos satisfecha, pero le falta un poco de pulso, de visión, de ver lo que está ocurriendo en el mundo. Quiero sacudir a Córdoba en sentido positivo. Quiero poner a los cordobeses en tensión para ver qué puede conseguir Córdoba más de lo que ha sido en estos años de gobierno socialista en Andalucía. Córdoba debe sentirse integrada en los grandes retos que tienen España y Europa en estos momentos.

--Su inclusión en la lista del PSOE de Córdoba ha causado gran sorpresa. Casualmente, por su actividad diplomática ha estado en contacto con la cultura que hace más de doce siglos configuró la historia de Córdoba.

--En mi vida profesional he tenido dos grandes momentos en relación con Córdoba. El primero con ocasión del V Centenario de Al Andalus en 1992, cuando desempeñaba las labores de director general de Cooperación con el mundo árabe. Entonces escogí Medina Azahara, cuando nadie en la geografía política y cultural española, europea y árabe pensaba en ese recinto, como lugar en el que debía celebrarse el acto solemne del quinto centenario con la presencia de los Reyes de España, del secretario general de la Liga Arabe y del gran arabista español Emilio García Gómez. Desde entonces, Medina Azahara, que es una de las grandes riquezas patrimoniales y arqueológicas que tiene el conjunto de la humanidad, empezó a ser objeto de mayor interés. De ahí pasamos a la exposición El esplendor de los Omeyas cordobeses , donde utilizamos la presencia de los Omeyas en España para hacer una apuesta política importante. Con motivo de este acto, se produjo la primera visita del presidente de Siria, Bashar el Asad, a Occidente, a Europa, y se hizo precisamente a Medina Azahara y a Córdoba. La muestra significó, entre otras cosas, el impacto que tiene la relación de España con el mundo árabe.

--¿Cabe esperar entonces que se interesará por Córdoba o se centrará en actividades nacionales e internacionales cuando obtenga el acta de diputado por Córdoba?

--Cuando asumo una responsabilidad lo hago plenamente. Si soy diputado por Córdoba, mi primer objetivo serán los cordobeses y, por tanto, poner a Córdoba en el mayor nivel de influencia en la escena nacional e internacional. Pero esto no es contradictorio con que tenga otras responsabilidades en materia de asesoramiento en política exterior. Córdoba será el objetivo prioritario. Los cordobeses tienen que recibir este mensaje.

--¿Qué sabe usted por ahora de Córdoba?

--Lo que toda persona que tiene un mínimo de interés cultural y de admiración por el pasado histórico de España y Andalucía. Sé lo que ha aportado a la historia de la civilización y lo que es ahora mismo en la España democrática y en otros terrenos como la agricultura, la pequeña industria, el turismo. Pero aún tengo mucho que aprender.

--Entra en la política nacional en un periodo en el que el PSOE no es claro favorito en la carrera electoral.

--Mi decisión, que ha sido muy meditada, es de enorme compromiso. Dejo la carrera diplomática y la vocación internacional para dedicarme a la política nacional porque, después de siete años de estar en el exterior, regreso a mi país y compruebo que necesita un cambio político, una nueva relación con sus vecinos y, sobre todo, que la sociedad se ponga a la altura de los retos del siglo XXI.

--Estas elecciones van a estar marcadas por la polémica de los nacionalismos, desde la virulencia de Euskadi hasta el anuncio de Chaves de reformar el Estatuto de Andalucía. ¿Cree que éste es el problema que toca ahora en España?

--Cada autonomía conoce el grado de satisfacción de sus ciudadanos y tiene el derecho de plantear dentro del marco constitucional la reforma de sus estatutos. Aquí no se está rompiendo España; aquí lo que se está es construyendo una España más sólida, cohesionada y moderna.

--¿Entra en la política porque el PP le ha cortado su carrera diplomática?

--En absoluto. Aquí no hay sentimientos de frustración. Yo ya tengo, allá por donde voy, el reconocimiento a mi trabajo. Consejos de ministros europeos y jefes de Estado y de Gobierno me pidieron que continuara mi trabajo en Oriente Próximo, y, posteriormente, he tenido ofertas para ocupar altos cargos en Naciones Unidas. He tomado esta