LUGAR DE NACIMIENTO PRIEGO

EDAD 71 AÑOS

TRAYECTORIA LUIS BRIONES RECIBIO AYER EL PREMIO DE LA ONG MAIZCA POR SU COMPROMISO Y TRABAJO EN EL SECTOR SUR. ES PARROCO DE SAN IGNACIO DE LOYOLA Y ESTUVO EN SAN MARTIN DE PORRES

--¿Por qué cree que la ONG Maizca le ha otorgado este reconocimiento?

--Creo que se debe a muchos años de trabajo en el Sector Sur. He estado en la parroquia, en la asociación de vecinos, trabajando con los chiquillos en las colonias. Es un reconocimiento a un vecino que lleva mucho tiempo aquí y que ha hecho lo que ha podido, con muchos fallos y muchas cosas que han quedado sin hacer.

--¿Ha cambiado mucho el Sector Sur desde que llegó en 1976?

--Desde luego que sí. Aquellos años eran muy especiales, eran los tiempos de la transición política, de todas las esperanzas que teníamos en que las cosas irían a mejor. La gente estaba muy ilusionada y se trabajaba con mucha alegría. Hoy, estas esperanzas no son tantas, mucha gente se ha retirado del trabajo. Hemos mejorado muchos aspectos de tipo material, algo que es muy bueno, pero que también nos ha encerrado un poco en nuestras propias comodidades e intereses. La solidaridad está a la baja.

--¿Es más difícil trabajar en el Sector Sur?

--Sí. El ambiente es menos solidario y hay menos ganas de trabajar, cuesta más trabajo hacer cosas. La mejora material nos ha hecho más egoístas, nos ha encerrado más en nosotros.

--¿Qué piensa que se debería hacer para recuperar toda la zona del Sector Sur?

--Primero, hay que continuar con la rehabilitación urbanística de San Martín de Porres. Esperamos que llegue la segunda fase prometida, es decir, que haya una mejora asistencial, con mayor atención para los niños.

--¿Cuáles son los mayores problemas que ha visto en la barriada?

--Sobre todo, el paro, que ha afectado a buena parte de la población, y las dificultades en el acceso a la cultura. También faltan más redes sociales. La droga ha deteriorado mucho la barriada. Eso no estaba tan señalado cuando empezamos. Sin embargo, en los años posteriores este problema ha desestructurado a muchas familias.

--¿Qué momentos recuerda como más entrañables?

--Buenos recuerdos son los años de las colonias con los chavales del barrio. Hubo un recuerdo muy especial en San Martín de Porres cuando acogimos a los jornaleros de Baena, estando de párroco Cirilo y otros más. También recuerdo, especialmente, lo vivido en el pequeño salón del pasaje Ayamonte, porque se creó una pequeña comunidad muy entrañable.

--¿Los políticos se han comprometido con el barrio?

--Hacen lo que pueden. El plan de rehabilitación de San Martín de Porres ha sido importante. Esperamos que la segunda parte, que es la aplicación de un programa de asistencia social, se pueda desarrollar cuando haya terminado lo urbanístico. Lo que pasa es que como esto no es tan rentable se olvida.