Han sido doce días de estrés, de ver cómo miles de personas iban pasando por la casa, de apenas tener tiempo de intimidad ni vida propia. "Cuando eche la llave, me voy a meter en la bañera dos horas como un garbanzo", bromeaba en la mañana de ayer María Fernández (Don Rodrigo 7) imaginando qué iba a hacer cuando llegara las 9 de la noche y pudiera cerrar la puerta. Y como ella, uno a uno todos los cuidadores parecían soñar con el momento. Todos menos una: Alicia González Ojeda, la más joven del certamen 2013 a sus 6 años y que ha vivido el concurso como un agitado juego.

Por supuesto, no se trata de una experta, aunque en el patio de Diego Méndez 11 ayuda todos los días a regar las plantas "al menos media hora", dice su madre, Rosario Ojeda. "No, una hora al día", le corrige la renacuaja , sonriendo y dejando ver los dientes de leche que está cambiando. Además, Alicia, ya tiene su gusto por las flores desarrollado. De entrada, "esa es la que más me gusta", dice señalando una petunia violeta. Más aún, Paco, el coordinador del mantenimiento y cuidado del patio, advierte que las plantas a las que les tiene más cariño Alicia "hay que ponérselas debajo de su ventana --vive en el primer piso-- para que las vea en cuanto se levanta".

La pequeña, quizás ayer la cara más amable del Concurso de Patios 2013, va teniendo claro su futuro. Por supuesto, le queda mucho porque estudia primero de Primaria en el colegio San Lorenzo, aunque dice que quiere ser médica y, lógicamente, "jardinera", afirma sonriendo junto a sus hermanas Eva y María José.

Y es que, agotados como andaban todos los cuidadores de la ciudad, ayer no había mejor fórmula para empezar a pensar en la edición de los Patios del 2014, para encarar el futuro de la Fiesta, que mirarle a los ojos a Alicia.