--Lleva algo más de cuatro años al frente de la Delegación del Gobierno de la Junta en Córdoba. ¿En qué ha cambiado este departamento con la nueva estructura que ha aprobado el Gobierno andaluz?

--Esta delegación asume por primera vez las competencias en materia de Hacienda y Función Pública, así como la de los institutos de la Mujer y de la Juventud al hacernos cargo también de las competencias de Presidencia e Igualdad. Con este nuevo decreto se realza la Delegación del Gobierno como la máxima representación de la Junta de Andalucía en la provincia.

--Usted estuvo hace dos años en la cuerda floja y se habló de su relevo al frente de la Junta en Córdoba. ¿Qué ocurrió?

--Creo que no hay que mirar hacia atrás, sino hacia adelante. Además, no considero que hubiese estado en la cuerda floja hace dos años. Después de haber sido ratificada en el cargo, lo que me siento es satisfecha de que se haya vuelto a contar conmigo. En eso habrá tenido que ver algo el trabajo que he desarrollado a lo largo de estos cuatro años.

--Una de sus misiones es coordinar las delegaciones de la Administración periférica de la Junta en Córdoba. ¿Podrá mantenerla con un Gobierno en el que algunas delegaciones las nombra el PSOE y otras IU?

--Por supuesto. Detrás de los nombramientos en cada una de las delegaciones hay un acuerdo político de dos partidos y una ratificación de compromisos que compartimos. Y en cumplimiento de ese acuerdo vamos a desarrollar lo mejor que sepamos las tareas que se nos han encomendado.

--Esta nueva etapa ha empezado dura y seguirá siéndolo con protestas de funcionarios, del personal sanitario, en septiembre se recrudecerán las protestas de los maestros... ¿Cómo ve toda esta situación desde su cargo?

--La situación es complicada; en esto hay que ser realista. La situación económica está afectando a la política y a las decisiones del Gobierno de la Junta a través de la prestación de servicios que les llegan a los ciudadanos. Respeto y soy sensible con las reivindicaciones de los trabajadores públicos que se están viendo afectados por medidas que nos vienen impuestas por el Gobierno de España y a las que estamos obligados a dar una respuesta.

--Desde el gobierno municipal de Córdoba se ha comentado que hay una nueva interlocución con la Junta, pero queda pendiente la entrevista entre el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y Nieto. ¿Por qué no le recibe?

--La comunicación entre el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía se está dando y los objetivos que se persiguen de esa relación y de esa fluidez es desenredar algunas situaciones extrañas que en la primera etapa del gobierno de Córdoba se dieron.

--Pero dígame por qué Griñán no recibe al alcalde.

--Están intentando acordar una fecha. Me consta que dentro de los objetivos del nuevo gabinete del entorno del presidente está precisamente tener relación y encuentros con cada uno de los alcaldes de grandes ciudades.

--Las inversiones se han venido abajo. ¿Va a entrar la Junta de Andalucía en el nuevo proyecto de centro de convenciones y exposiciones que Nieto quiere hacer adaptando el pabellón de Cajasur en el Parque Joyero?

--Nosotros hemos planteado en todo momento que vamos a apoyar un proyecto que tenga que ver con un centro de congresos para Córdoba porque es necesario y fundamental para un sector tan importante para la ciudad como es el turístico. Este es un proyecto que en todas sus etapas ha liderado el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta lo que ha hecho es sumarse. En estos momentos conocemos, a través de los medios de comunicación y de algún encuentro que ha habido con la Consejería de Turismo y Comercio, que es decisión del Ayuntamiento de Córdoba descartar y desechar definitivamente el proyecto de centro de congresos de Miraflores.

--Esa decisión parece definitiva.

--Si es así, lo que hay que hacer es liquidar el convenio de marzo del 2011 entre el Ayuntamiento de Córdoba y la entonces Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, concluir ese proyecto y la financiación que estaba prevista.

--Es decir, que el Ayuntamiento deberá devolver los 4 millones que ha recibido a cuenta de los 18 previstos con los que la Junta iba a subvencionar el equipamiento de Miraflores.

--Y los intereses. Una vez liquidado ese convenio, se deberá abrir una nueva etapa de diálogo.

--¿Qué objetivos deben primar en esta nueva etapa de diálogo de la que habla?

--El consenso entre las partes, como lo tuvo el centro de congresos de Miraflores. Pero consenso no solo de los que van a financiar el proyecto, sino de los que se van a beneficiar de ese equipamiento. Si se cumplen cada una de estas cuestiones, si se le da carpetazo al expediente de Miraflores, se inicia una nueva etapa en la que esté fundamentalmente el criterio del consenso y la implicación del resto de las administraciones, la Junta de Andalucía va a estar ahí. Pero repito: este es un proyecto que le toca liderar al Ayuntamiento y que para iniciar una nueva etapa hay que cerrar la anterior.

--¿Y cuál es su opinión sobre todo este asunto?

--Con el manto de la crisis no podemos descartar proyectos de futuro que son importantes para la ciudad. Yo abogo por buscar soluciones transitorias, para ir capeando la situación de crisis, y no renunciar definitivamente a un centro de congresos en la parcela de Miraflores. Me gustaría que antes de descartar el centro de Miraflores lo pensáramos de nuevo. Debemos darnos un tiempo para buscar fórmulas y soluciones transitorias que no nos hicieran descartar por completo el proyecto de Koolhaas.

--¿De qué soluciones transitorias habla?

--Córdoba cuenta con establecimientos tanto públicos como privados y hay algunos que, con alguna pequeña reforma, podríamos conseguir una mayor afluencia. Córdoba puede seguir apostando por el recinto de San Carlos, lo que hasta ahora era el recinto de exposiciones, para ferias comerciales, aunque está claro que no es el proyecto definitivo que esta ciudad tenía, sin duda. Ahora la apuesta es por algo de más envergadura, pero si en este momento no podemos irnos a un proyecto mayor, vamos a quedarnos con una solución alternativa, transitoria, para no descartar ese proyecto.

--¿No será esto una excusa de la Junta para no financiar el proyecto del Parque Joyero?

--En absoluto. No hay centro de congresos que se haya hecho en Andalucía que no haya contado con financiación de la Junta. Y hemos sido muy respetuosos con la autonomía que le corresponde a los ayuntamientos.

--Antes hablaba de la necesidad de consenso, pero este de momento no existe ni entre las fuerzas políticas ni entre los agentes económicos y sociales que ya se han expresado. Ante la falta de acuerdo, ¿qué posición va a adoptar la Junta?

--Lo que queremos es formar parte de esa mesa en la que se dialogue y se pongan encima de la mesa las propuestas.

--Y la Ciudad de la Justicia, ¿la veré hecha antes de jubilarme?

--El pasado 23 de julio finalizó el plazo que se le dio a la UTE para iniciar la obra. Antes, la adjudicataria, que había presentado las referencias de esos avales que necesitan para solventar una obra de ese tipo, nos ha pedido una prórroga de cuatro meses para poder resolver definitivamente los avales económicos que necesita para iniciar la construcción de la Ciudad de la Justicia y la gestión del equipamiento durante los primeros 25 años. ¿Qué exige el momento económico a la Administración? Sensibilidad. No podemos cerrar los ojos a las dificultades que atraviesan las empresas de la construcción para encontrar financiación. Si no somos flexibles se corre el riesgo de dar al traste con un proyecto que es fundamental para Córdoba.

--Y la Ronda Norte no se hará definitivamente.

--Quedan por saber las prioridades de la Consejería de Fomento y Vivienda con el nuevo escenario económico que tiene, que está condicionado por la limitación de la deuda que le ha impuesto el Gobierno a la Junta.