La experiencia, como quien dice, es un grado. La capacidad de análisis y la objetividad son requisitos indispensables para poder llegar a figurar como juez en el Campeonato Mundial de Debate Universitario. Cerca de 100 participantes de diferentes países se encargarán de valorar las intervenciones de los equipos de debate durante las rondas preliminares y eliminatorias de este torneo.

La jornada de estos jueces, al igual que para los equipos de debate, comienza en el Aula Magna de Rabanales para las asignaciones de salas y grupos. En esta tabulación, la adjudicación es aleatoria para los mediadores quienes, tras la publicación de la moción, se dirigen hacia la sala pertinente. Tras la toma de asiento en la parte central del aula, entre Gobierno y Oposición, el juez principal da la orden del comienzo de la sesión. La opinión personal no tiene cabida en estos debates donde, la persuasión, el razonamiento, las argumentaciones y refutaciones, así como el fondo y la forma de éstos, son algunas de las principales características a tener en cuenta por parte de los jueces a la hora de valorar, con una puntuación que va de 50 a 100, en base a las anotaciones que realizan durante las exposiciones de los equipos y que ponen en común tras la finalización de la última intervención de la Oposición, contando con un tiempo de quince minutos de deliberación entre los miembros del jurado, a puerta cerrada, y diez minutos de feedback con los equipos.

Son jueces que comenzaron como oradores, para los que «separar la opinión personal del análisis objetivo es una tarea difícil pero esencial. Te tienes que abstraer totalmente de cualquier conocimiento que tengas», una de las complicaciones del rol que cumple Jaime, integrante del Aula de Debate CDU y juez principal en el torneo. Magaly Anco, de Perú, se inició en el mundo del debate también como oradora, llegando a participar en ediciones anteriores del campeonato mundial. «Llegar a ser juez es la evolución natural de un orador, es la oportunidad de darle paso a los que comienzan su andadura en el mundo del debate y que nosotros podamos seguir vinculados a él», cuenta.

Pero ésta no es la despedida de los oradores dentro del mundo del debate. También se les brinda la oportunidad de seguir participando de la palabra con competiciones como la Copa de Jueces, incluida entre las actividades paralelas del Mundial de Debate, que comenzó ayer. Esta competición se presenta con un formato más interactivo, compuesta por discursos cortos y turnos de preguntas directas. Un torneo que cuenta con trece equipos de cuatro integrantes cada uno y que comienza directamente en ronda eliminatoria, el que gana, pasa. La organización con esto pretende dar un espacio a los jueces dentro del torneo y ofrecer un espacio de formación para los menos experimentados. Un torneo en el que los que cuentan con mayor trayectoria cumplen el papel de «juez de jueces».