Rafael Carrillo suma 37 años, los mismos que ha tenido de aprendizaje y dedicación a la hostelería. Una vida volcada con la profesión que ha heredado de su padre y también una vida con el negocio familiar, el Restaurante El Churrasco, y más recientemente también la Hospedería El Churrasco. Sin el más mínimo temor a la equivocación, puede decirse que Carrillo conoce "al dedillo" todos los entresijos de la restauración y más en concreto el comportamiento que tiene el sector -y, por ende, el cliente- en la zona de la ciudad con mayor volumen de turismo, la parte del Casco Histórico. Criado en el barrio de Doctor Fleming, también ha tenido residencia en Carretera de Trassierra, Ronda de los Tejares y ahora en La Arruzafilla. En lo que respecta a su formación académica y profesional, Carrillo cursó sus estudios en el colegio Alzahir de la capital y después pasó a la Escuela Suiza de Les Roches, en la rama de Hotel Management. Fueron tres años en Marbella que le permitieron coger algo de experiencia y empezar a desplegar y perfeccionar los conocimientos adquiridos en empresas como el Hotel Alfonso XIII (Sevilla), Puente Romano (Marbella) y Don Pepe (Marbella), entre algunos otros. Desde 1999, Carrillo está de lleno dedicado a El Churrasco.