El Grupo sánchez-Ramade ha puesto a la venta su filial Cinesur, en el marco de la operación de negociación financiera en la que se haya inmerso, y que conllevaría la venta de algunos activos. Fuentes de la compañía señalaron ayer a este periódico las intenciones de venta --el lunes terminó el plazo de recepción de ofertas-- y que se adoptará una decisión al respecto antes de que termine el año. No se facilitó información sobre las ofertas recibidas, que podrían corresponder a los principales grupos del sector, ni sobre el valor de mercado de Cinesur, que el digital El confidencial cifra entre los 50 y los 60 millones de euros, dado que, en plena crisis la compañía tiene números positivos.

El grupo Sánchez-Ramade, con 4.000 trabajadores y una facturación de 1.406 millones de euros en 2009, ha afrontado los años de crisis con diversas medidas estratégicas y de reestructuración, pero la carga financiera le llevó a iniciar el paso previo al concurso de acreedores con su filial inmobiliaria y constructora, Noriega, que es la que más se ha resentido, como todas en ese sector. Las demás divisiones --no todas, pues algunas han crecido en plena recesión-- también han sufrido con mayor o menor fuerza los afectos de la crisis, pero es la inmobiliaria la que ocasiona más dificultades al grupo. Noriega alcanzó un acuerdo con sus proveedores, a los que adeudaba 70 millones de euros y que han aceptado quitas del 40%, pero está en plena negociación de su endeudamiento financiero, que diversas fuentes estiman en 700 millones. El acuerdo con las entidades financieras deberá cerrarse esta semana, e incluirá la venta de algunos activos y líneas de negocio, como la citada de los cines, aunque también se especula con la tecnológica Diasa.