La familia del supuesto bebé robado al nacer en el Hospital Provincial en 1985 ha solicitado al magistrado José Luis Rodríguez Lainz, titular del juzgado de Instrucción número 4, que tome declaración al ginecólogo que atendió el proceso de gestación y el parto para que acredite que en este nacieron gemelos auténticos que compartían ADN y disipe las dudas planteadas al respecto en el último auto del juez. El abogado de la familia Cepas también ha solicitado que se cite a declarar a la monja que, según el relato de los denunciantes, retiró al recién nacido antes de decirles que había fallecido; a la matrona que intervino en el alumbramiento y a la madre, que sostiene que su ginecólogo antes y durante el parto siempre le indicó que el embarazo era de "gemelos que venían en la misma bolsa y la misma placenta, y que eran idénticos, así como que compartían el mismo sexo".

La solicitud de la familia Cepas se produce después de que el magistrado señalara en un auto firmado en julio, como ya informó este periódico, que las diligencias practicadas hasta entonces arrojaban "serias dudas" sobre el informe de exhumación y ADN que realizó de forma privada la familia Cepas y que sirvió para reabrir el caso. Recordaba el juez que, tras analizar los huesos que había en la sepultura en la que en teoría estaba enterrado el hermano gemelo de Andrés Cepas, el informe concluyó que allí lo que había era restos de una niña de entre 7 y 8 meses de gestación cuyo perfil genético no correspondía ni con el de la madre del gemelo ni con el de su hermano. Sin embargo, según afirmaba el auto, las diligencias no han permitido confirmar dichos extremos.

En el escrito de Rodríguez Lainz se señalaba, de un lado, la "imposibilidad absoluta" de recuperar la historia clínica referente al parto doble y, además, que de la documentación del cementerio no podía obtenerse una información "absolutamente fiable" de que en la sepultura abierta estuvieran los restos del gemelo de Andrés Cepas, e incluso "podría no descartarse" que sucesivos enterramientos hubieran provocado una mezcla de huesos. No obstante, para el juez "la conclusión más preocupante" era que se ponía en entredicho el informe de ADN que encargó la familia, ya que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses llegó "a cuestionar la metodología". Afirmaba, primero, que Toxicología no había podido obtener un perfil de ADN de los restos y, segundo, que en el informe privado se partía de una "premisa mayor cuestionable", que no era otra que Andrés y su hermano fueron gemelos monocigóticos, es decir, que compartían ADN, cuando en realidad no hay ninguna prueba más allá del relato de la familia.

ALEGACIONES Así las cosas, el juez otorgó un plazo a la familia Cepas para presentar alegaciones o pedir nuevas diligencias que den respuesta a "los serios interrogantes" planteados por el Instituto Nacional de Toxicología. Y eso es lo que ha hecho ahora la familia a través de su abogado. En su escrito alega que no cabe duda de que la sepultura de la que se extrajeron los restos era la del gemelo porque así se lo comunicó por escrito la empresa Cecosam; que el laboratorio que los analizó tiene todas las acreditaciones y certificados necesarios y no se puede poner en duda su trabajo y, por último, ante la ausencia de documentación clínica que acredite el nacimiento de los gemelos, pide que se tome declaración al ginecólogo para dar veracidad a la premisa de la que parte el informe, además de a los otros intervinientes en el parto.