El esfuerzo económico que deben hacer las familias cordobesas para comprar una vivienda se ha reducido a la mitad desde que empezó la crisis económica. El informe relativo al primer trimestre del año elaborado por la Federación Andaluza de Empresarios de la Construcción, Fadeco Contratistas, que preside el secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba, Francisco Carmona, recoge que si a principios del 2007, año en el que aún no había empezado la crisis económica pero ya se comenzaba a presagiar su llegada y sus efectos, una familia de clase media necesitaba dedicar 13,7 años de sueldo íntegro a la compra de una vivienda, ahora en el 2016 solo le hacen falta 7,6 años, es decir, casi la mitad.

El informe, que analiza y valora el comportamiento del sector durante el primer trimestre del año y las previsiones sobre su evolución a corto plazo, da las claves de esta reducción derivada de la mejora de la capacidad de endeudamiento de las familias. El documento señala que en ese menor esfuerzo influyen «tanto la reducción de las retenciones por IRPF, como el descenso de los intereses de los préstamos hipotecarios y la estabilización de los precios de venta» de los pisos, que han hecho que «los salarios medios reales de las familias se sitúen por encima de los teóricos ingresos necesarios para adquirir una vivienda».

Esa mejora de la capacidad de endeudamiento de las familias es uno de los indicadores, que, según Fadeco Constratistas, van a contribuir de manera favorable a la recuperación, aunque, por otro lado, las previsiones para el año 2016 «no son optimistas», como reconoce el propio Carmona. El informe trimestral de Fadeco concluye que «el fuerte ritmo expansivo de la economía alcanzado en el 2015 se irá moderando durante el 2016». Sus previsiones son que el consumo de las familias sustente el crecimiento, gracias a «la estabilidad a la baja del precio del petróleo, el crecimiento del empleo y del aumento del crédito al consumo», que, además, contribuirán a que «se mantenga el débil pero paulatino proceso de recuperación de la edificación residencial», que será más intenso en grandes áreas metropolitanas y en el litoral.

Sin embargo, el colectivo de constructores no cree que la iniciativa privada, y en concreto la edificación residencial, «se encuentre todavía en condiciones de suplir la ralentización» o «recesión» que sufre la obra pública, que, como ya adelantó este periódico a primeros de mayo, ha descendido en Córdoba un 72% respecto al primer trimestre del 2015, caída en la que han influido las sucesivas convocatorias de elecciones autonómicas, municipales, generales, y, ahora, nuevamente generales. En este sentido, Francisco Carmona ya avanzaba entonces que si la situación no mejoraba, el ejercicio 2016 iba a terminar siendo peor aún que el 2012, que ha sido el más nefasto de la crisis.