El futuro de las millonarias ayudas agrarias que llegan al campo cordobés todos los años comienza a decidirse el día 12, cuando la Comisión Europea (CE) dé a conocer las propuestas legislativas que definirán la nueva Política Agraria Común (PAC). Será el inicio de un complejo proceso de negociación que deberá estar finalizado en el año 2013, pues a partir del 2014 comenzará a aplicarse la nueva normativa regulatoria de los cultivos y de la ganadería. El sustancial pastel que habrá que repartir entre el agro comunitario dejará muchas insatisfacciones, al igual que se presumen diferencias en la aplicación que se hará entre las distintas comunidades autónomas españolas. Previendo estas divergencias, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, pidió la semana pasada llegar a la negociación con una postura común entre las distintas comunidades, aunque no se presume que sea fácil.

En la negociación se decidirán importantes ayudas para el horizonte 2014-2020. Solo a Andalucía llegaron en el 2010 unos 1.680 millones de euros, que hay que sumar a las importantes aportaciones que se han registrado en los últimos 25 años y que han permitido modernizar las zonas rurales y el tejido agroalimentario. La importancia para Córdoba no es menor. Durante los últimos diez años han llegado a la provincia 3.502 millones de euros, que se han repartido entre más de 45.000 beneficiarios. La defensa de la Consejería de Agricultura es clara. Propone el mantenimiento del presupuesto actual de la PAC para Andalucía, así como las tasas de cofinanciación y la adaptación a las necesidades de los sectores y territorios andaluces, como el olivar, el regadío, la dehesa o la ganadería extensiva. Asimismo, considera esenciales las ayudas directas para conseguir una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, pero también para garantizar la generación de empleo y las rentas en las zonas rurales. Otras medidas que reivindica son el apoyo al agricultor activo, el respaldo a jóvenes agricultores o un reparto de ayudas equilibrado basado en topes máximos de ayudas.

EL BORRADOR FILTRADO La nueva PAC contempla importantes cambios, que también se traducirá en una congelación de los fondos, que a la postre supondrá una reducción por el incremento del IPC. Las ideas que se han filtrado en los últimos meses recoge, como idea básica, que la nueva agricultura comunitaria debe ser más verde . Una de las medidas más revolucionarias conllevará anular el sistema de derechos históricos y sustituirlos por pagos a la superficie o derechos especiales para la ganadería. También se contemplaría la asignación de un sobre nacional, que en España se sitúa en el entorno de los 5.200 millones en el 2014 y el 2015, para ir incrementándolo en los últimos años. El sistema puede provocar una guerra entre comunidades porque algunas zonas más beneficiadas hasta ahora, como Andalucía, pueden perder dinero.