Los tres expertos que Córdoba tuvo el lujo de escuchar ayer en las jornadas organizadas por Dejadnos llorar demostraron que el camino de la memoria histórica nunca ha sido fácil en España. El abogado Eduardo Ranz, doctor en procesos legales sobre memoria histórica y asesor de Dejadnos llorar, detalló el tortuoso proceso judicial (por la vía penal y civil) que como abogado ha defendido para la exhumación de restos en el Valle de los caídos, «un paraíso fiscal en plena península, que no paga IBI con un valor catastral de 21 millones de euros, y negocios de hospedaje y comida». Ranz demostró cómo pese a que en el Valle de los caídos se habían hecho exhumaciones en los años 80, 90 y 2010, cuando se planteó por parte de familiares de republicanos se encontraron con el rechazo frontal del prior de la abadía (no así después de la Conferencia Episcopal), pese a tener una sentencia judicial firme desde 30 de marzo del 2016. Ranz es optimista de que finalmente los familiares puedan exhumar los restos (están pendientes de criterios ya puramente científicos), y espera que el nuevo Gobierno impulse la proposición no de ley que frenó el PP para convertirlo en un símbolo de la memoria y se exhumen los restos de Franco.

José María Etxebarría, uno de los antropólogos forenses más prestigiosos de España, relató, por su parte, la historia de las exhumaciones en el siglo XX en España (de las exhumaciones «con azada» de particulares recién instaurada la democracia, al parón tras el 23-F, hasta el impulso de las excavaciones a partir del año 2000 y los distintos avatares de la ley de Zapatero). Etxebarría recordó cómo al principio recibían «hasta insultos» y se cuestionaba el derecho a la memoria, algo que rebatió con una cita de Reyes Mate: «Todas las víctimas tienen derecho a la memoria, la sociedad tiene el deber de memoria». Desde el 2000 se han abierto 500 fosas y se han recuperado unos 8.000 cadáveres. Una de las principales autoridades internacionales en el estudio del ADN, José Antonio Lorente, explicó cómo funciona el método que se usa para la identificación de los restos. Ranz, Etxebarría y Lorente intervendrán en el proceso de exhumación de Córdoba. IRINA MARZO