Tras ratificar el Tribunal Supremo la sentencia condenatoria ya dictada a José Breton por el asesinato de sus dos hijos, el despacho de abogados que presentó el recurso de casación contestó ayer a lo que considera una nueva doctrina por parte de dicho tribunal, que, según expresa la abogada Bárbara Arroyo, "se queda en la superficie y rehuye entrar en el fondo de la cuestión presentada".

El despacho enumera en un comunicado hasta ocho razones, la mayor parte de ellas de tipo procesal, por las que el Supremo no ha realizado su labor de la manera apropiada, por lo que consideran llevar la cuestión al Tribunal Constitucional a través de un recurso de amparo, añadiendo que llegarán "hasta Estrasburgo" si es necesario.

Esgrimen que el registro de la propiedad de Bretón fue más allá del horario permitido por la orden judicial y, por tanto, quedarían invalidadas las pruebas que se sustrajeran en situación de ilegalidad (entre ellas algunos restos óseos), cuestión que el Supremo rechaza dando lugar a lo que el gabinete defensor ha convenido llamar "la doctrina Bretón".

Dentro de la misma, incluyen la prórroga conferida a la fiscalía para formalización de un recurso propio y contrario al llevado por el despacho de Bárbara Royo, que considera que el recurso presentado por el Ministerio Fiscal tuvo un trato de favor que se salta los plazos marcados por la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El Tribunal alega que se trata de una mera formalidad, "muestra de buena técnica jurídica", que entra dentro de una corrección de forma pero no de fondo.

La defensa se mostró muy crítica en su comunicado en lo referente a las supuestas mentiras documentadas en el Tribunal del Jurado, sobre las que no se pronunció el Supremo al confirmar la sentencia de José Bretón, fundamentando su silencio en el rechazo del recurso de casación, ya que en él se encuentran cuestiones no abordadas en instancias anteriores y no pueden prosperar, cosa que la defensa considerá superficial.