La titular del juzgado de lo Penal número 5 ha condenado a un ordenanza de un instituto y a su hijo, militar de profesión, por sustraer unos exámenes de graduado en ESO con intención de pasárselos a compañeros de la base de Cerro Muriano que necesitaban el título para renovar sus contratos laborales. La magistrada, que los considera responsables de un delito de revelación de secretos, le ha impuesto una multa de 1.080 euros al padre y de 1.800 al hijo, además de inhabilitación para empleo público de hasta año y medio.

Según considera probado la sentencia, el padre trabajaba como ordenanza en un instituto en el que se hacían los exámenes para la obtención de graduado en ESO mediante acceso libre. Aprovechando esta circunstancia, el hijo lo convenció para que se apoderase de las copias de las pruebas para distribuirlas entre compañeros militares interesados en aprobar para renovar sus contratos. Así, el 27 de junio del 2013 el ordenanza accedió al despacho de la directora del centro y, usando unos guantes, abrió la caja que contenía los exámenes y que estaba debidamente precintada. De la misma extrajo copias de los exámenes y el cedé que contenía en formato digital la prueba que iba a celebrarse dos días después. Sin embargo, después de apoderarse de los ejercicios, no pudieron distribuir ninguna copia al ser sorprendidos aquella misma noche por un dispositivo de la Guardia Civil que estaba investigando los hechos.