La reforma laboral aprobada por el PP en el año 2012 marcó ayer las distancias entre el actual diputado socialista y exministro de Trabajo Manuel Chaves, y el también exministro de Trabajo y empresario Manuel Pimentel. Frente a la precarización del mercado laboral y la devaluación salarial que ha impulsado la reforma para Chaves, Pimentel sostuvo que ha contribuido a incrementar la flexibilidad y la capacidad de negociación. Durante un desayuno-coloquio organizado por el Club de Directivos Andalucía, y bajo la moderación del profesor Federico Durán, Manuel Chaves aseguró que la reforma laboral se ha convertido en un "mecanismo barato de ajustes de plantilla", provocando una debilidad de los convenios colectivos. "No ha servido para generar empleo y ha provocado una caída de los contratos estables y una precarización", añadió. En este sentido, mantuvo que los objetivos con los que se impulsó "no se han cumplido, salvo algunos que no estaban señalados". Además, insistió en que no ha habido una reforma laboral que haya recortado "tan drásticamente" la autonomía de las partes en la negociación de los convenios. Por ello, señaló que la devaluación salarial y la precarización laboral ha provocado un retroceso de "categoría histórica" en el mercado de trabajo. Chaves lamentó que el crecimiento de la competitividad se haya cimentado en una reducción salarial. "No es una solución para la economía los bajos salarios y el trabajo precario. Nuestro crecimiento económico es endeble e inestable", puntualizó. El expresidente de la Junta dijo que lo que pone en peligro la economía es la falta de crédito a las empresas, al mismo tiempo que instó a una mayor potenciación de la innovación, la concentración empresarial y una mayor industrialización. Con relación a Andalucía, afirmó que el mercado laboral no es distinto al resto de España, aunque los problemas "se plantean con más intensidad".

Por su parte, Manuel Pimentel, exministro de Trabajo con José María Aznar y actual Of counsel de Baker & McKenzie, dijo que el mercado de trabajo se puede calificar "entre muy malo y catastrófico". "Nadie es comparable con nosotros en la OCDE", indicó Pimentel, que criticó que el sistema laboral siga siendo excesivamente rígido. No obstante, defendió la reforma laboral del PP al considerar que ha tenido consecuencias "claramente positivas".

El empresario afincado en Córdoba defendió que la recuperación de la competitividad no se ha debido a la rebaja salarial, mientras que mantuvo que sí se ha producido un aumento de las cargas sociales. "Se ha ganado en flexibilidad y en capacidad de negociación", añadió Pimentel, que criticó que desde el PSOE se anuncie ya que se va a derogar la reforma laboral. "Esto solo añade inseguridad jurídica a la empresa", matizó. Por último, criticó las dificultades que tienen las empresas para desarrollar su actividad en la comunidad. "Ser empresario en Andalucía es muy difícil y es más duro que en otras comunidades", dijo.