En junio del año pasado fue una plaga de pulgas la que afectó a la comisaría de Campo Madre de Dios y ahora, lo que se ha detectado, son ratas. Así lo denunció ayer el secretario provincial de la Confederación Española de Policía (CEP), Fernando Ramón Calderón, tras ser reelegido en la asamblea que celebró el sindicato. Según Calderón, los roedores se han visto en la sala de espera para los ciudadanos y en la oficina de denuncias, e incluso habrían dañado el cableado de una máquina expendedora. "Ya no son pulgas, no es que se nos caigan las paredes o nos entre agua, sino que ya hay hasta ratas", lamentó el secretario provincial de la CEP, quien pidió al director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, "que cumpla la promesa de que iban a tirarla y hacer una nueva comisaría"

Tras la denuncia de la CEP, la Comisaría informó de que el pasado día 22 se tuvo conocimiento de que se había detectado un roedor en la sala de espera y de forma inmediata se procedió a hacer el tratamiento oportuno, "dando por zanjado este episodio puntual". La Comisaría aseguró, además, que cada dos meses se hacen tratamientos preventivos por una empresa especializada en control de plagas.

En cualquier caso, no fue esta la única queja de la CEP. Calderón señaló ayer en su catálogo de reivindicaciones que "tenemos carencia de funcionarios" y reclamó 120 policías más porque consideró "un problema grave" tener "solo 600 para atender a 330.000 habitantes". También reclamó la "potenciación de la unidad de prevención y reacción (UPR), en la que "no cubren vacantes" pese a ser "la médula espinal del control de masas, como en los partidos de fútbol". Y criticó, igualmente, que no se dote de ordenadores a la unidad de prevención, asistencia y protección a víctimas de violencia de género (UPAP), a cuyo personal, que cubre a 370 mujeres, "se le dan claves para utilizar ordenadores de terceros". "Es una vergüenza. Si no se invierte en personal y en medios, Córdoba va a tener un problema grande", concluyó Calderón.