Está incluido en la lista roja desde el año 2007, es Bien de Interés Cultural y fue adquirido por la Junta en el 2008 por 1,9 millones de euros para evitar su progresiva ruina.

La fortaleza medieval, de estilo gótico-militar, data de 1450 y fue construida en una situación estratégica, desde la que se controla toda la población y su entorno. Se edificó en el interior de una antigua alcazaba como residencia de los Sotomayor y Zúñiga, condes de Belalcázar. La torre del homenaje es la más alta de España, con 47 metros, y el conjunto fue parcialmente destruido y expoliado durante la Guerra de la Independencia contra los franceses. Algunos de sus ricos artesonados se conservan en una vivienda particular del pueblo.

El exterior se encuentra en aparente buen estado, aunque el interior y la muralla que lo rodeaba amenazaban ruina hasta hace bien poco. Tras una primera intervención de urgencia en el 2013, este mismo verano se han iniciado los trabajos de consolidación y puesta en valor, por un importe de 929.984 euros. Esta primera fase no resolverá la rehabilitación completa, pero sí hará visitable el monumento. Una vez que finalicen la mejora del camino de acceso desde el pueblo y en la actuación en la torre del homenaje se podrá entrar en ella y subir a la terraza superior. Además, en la actual casa de labor se hará un pequeño centro de visitantes. A partir de ahí, y para próximas fases, será necesario elaborar un plan director y estudios arqueológicos encaminados a poner en valor cada uno de los restos.