El Grupo Kutxabank ha obtenido en el primer semestre del 2017 un beneficio consolidado de 170,2 millones de euros, un 18,1% más con respecto al mismo periodo del 2016, con una aportación positiva de 12,4 millones por parte de Cajasur, un 18,7% más respecto al semestre del ejercicio anterior.

El resultado se ha alcanzado con unos «tipos de interés en mínimos históricos, en un contexto económico más favorable, aunque no exento de incertidumbres. Con importantes movimientos corporativos en el sector bancario, y en un entorno exigente desde el punto de vista regulatorio y supervisor. Con todo, durante la primera mitad del año las tres principales agencias de rating internacionales han mejorado su visión sobre la fortaleza del grupo bancario, que ha sido reconocida entre las mejores del sector. En este escenario, el beneficio se alinea con los objetivos marcados por la entidad, mientras que la evolución de la actividad bancaria logra superar las expectativas», señala el grupo en un comunicado.

El negocio típico, añade, se ha visto impulsado por diversos factores, principalmente por el crecimiento en el volumen de la contratación de productos financieros -financiación a empresas, particulares y familias, áreas en las que se han marcado «crecimientos récord»-, por la contribución recurrente del negocio asegurador y por la evolución positiva de los recursos de clientes, con un comportamiento destacado de los fondos de inversión y del ahorro vista.

Durante la primera mitad de 2017, Kutxabank ha continuado con el proceso de redimensionamiento de su cartera industrial, adecuando la posición a su nivel de capital y reduciendo el riesgo por concentración.

Como consecuencia de dicha política, los ingresos por resultados de operaciones financieras y diferencias de cambio han ascendido a 243,8 millones de euros que, sin embargo, han sido destinados casi de forma íntegra a saneamientos y provisiones extraordinarias.