El balance que el grupo municipal de Izquierda Unida realizó ayer sobre la recién terminada Semana Santa y su nueva carrera oficial, lamentando la «privatización» del espacio público en el entorno de la Mezquita Catedral, volvió ayer a dejar de manifiesto las discrepancias con su socio de gobierno, el PSOE, pues la alcaldesa, Isabel Ambrosio, defendió «la gestión» del equipo de gobierno en la planificación y desarrollo de la misma y vio «muy precipitado» hacer un balance ya «porque no es completo».

Los cuatro concejales del grupo municipal de IU, Pedro García, Amparo Pernichi, Alba Doblas y Rafael del Castillo, hicieron a primera hora de la mañana «autocrítica» y «una primera reflexión» sobre la nueva carrera oficial, al considerar que «somos gobierno municipal y por tanto tenemos una corresponsabilidad en la planificación y desarrollo» de esta. Según el primer teniente de alcalde, Pedro García, «de lo que se planificó a su concreción ha habido importantes cambios que no se corresponden» con lo acordado con la Agrupación de Cofradías. García concluyó que no volverán a ser «corresponsables» de la «privatización de un espacio público de la ciudad como esta carrera oficial» ni tampoco de una planificación que «no tenga un proceso participativo real». Por ello, dijo, la propuesta de los concejales de IU será la de crear una comisión de evaluación y valoración de la nueva Semana Santa cordobesa, con todos los colectivos implicados, y proponer mejoras para el 2018.

El primer teniente de alcalde criticó que «no ha habido un proceso participado» con los vecinos, comerciantes y hosteleros, que, según ha subrayado, han resultado afectados negativamente por el nuevo recorrido de la carrera oficial, a los que se informó de cómo sería ésta, pero a los que no se pidió opinión al respecto.

Pero lo más grave ha sido, a juicio de García, el que «haya habido cordobeses que no hayan podido pasar» por determinadas calles del casco histórico, ni tampoco turistas, mientras que sí han podido hacerlo otros cordobeses, «pagando para acceder a palcos y sillas» de la carrera oficial, a lo que se añade que eran vigilantes privados los que negaban el paso a los transeúntes que querían pasar sin tener asiento pagado, cuando debían de ser policías los que, en todo caso, llevaran a cabo dicha labor. El responsable municipal de Turismo insistió además en que «es un error» vincular los «magníficos» datos turísticos de esta Semana Santa en Córdoba con la nueva carrera oficial, pues en su opinión ha tenido «un impacto negativo en el turismo», ya que han sido «miles de turistas» los que en estos días «no han podido pasear libremente por el casco histórico», ni visitar la Mezquita.

ISABEL AMBROSIO / Por su parte, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ante las críticas de IU, su socio de gobierno, defendió «la gestión» que el gobierno municipal ha realizado ante «un reto y un cambio muy importante» como ha sido el traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita. Preguntada sobre si podría pensarse en una marcha atrás y no continuar la carrera oficial en este nuevo emplazamiento, Ambrosio indicó que «las condiciones en las que se ha celebrado la Semana Santa del 2017 no tienen por qué no ser mejorables para que la edición del 2018 sea mucho mejor. No ha habido elemento alguno que nos diga que tenemos que volver al trazado anterior». «El traslado de la carrera oficial se ha hecho en condiciones adecuadas y cada área del Ayuntamiento (seguridad, movilidad, infraestructuras, entre otras) han dado una respuesta adecuada», dijo Ambrosio. Y añadió que «el compromiso que adquirí es que después de la Semana Santa se haría un balance, que no es solo del Ayuntamiento, sino de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, vecinos, hostelería y comercio». Pero opinó que «hay cuestiones como la seguridad que no pueden pasar por un proceso participativo. Sí se pueden mejorar otras cuestiones como la accesibilidad o la movilidad». «Para empezar a trabajar en la Semana Santa del 2018, debemos incorporar elementos que hayan funcionado y mejorar los que no lo hayan hecho», añadió la alcaldesa de Córdoba.

Sobre las críticas de IU, Isabel Ambrosio precisó que «todo el gobierno tiene que ver con la Semana Santa y todas las áreas se han incorporado a este reto de hacerlo en las condiciones de seguridad y de accesibilidad». «El balance no se ha hecho aún en condición de gobierno», dijo, por lo que IU «lo habrá hecho como grupo político», y «no se habrá quedado solo en la crítica, sino que habrá lanzado propuestas de futuro».

Por su parte, desde Ganemos, Rafael Blázquez apuntó que se debería haber realizado «con el consenso» de todos los implicados, porque «no queremos una Semana Santa elitista sino de todos y de todas» y el modelo de «privatización del espacio público no es compatible». Y propuso que incluso «los palcos podrían reservarse para personas con movilidad reducida».

FEDERACIÓN DE VECINOS /La Federación de Asociaciones de Vecinos Al-Zahara valoró ayer en un comunicado el desarrollo de la Semana Santa, marcado por el traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita-Catedral, y dejó claro su «descontento» porque «todas nuestras previsiones, hechas antes de que empezara la Semana Santa, se han cumplido: improvisación, aglomeraciones, creemos que falta de seguridad y problemas de movilidad y accesibilidad para los vecinos». Para la federación, los motivos del traslado hay que buscarlos «en un gobierno municipal débil, que ha cedido a todas las pretensiones de la Agrupación de Cofradías sin atender posturas ni consensuar con los vecinos como marca el reglamento de participación ciudadana».