La Junta de Andalucía pondrá en marcha un programa específico de construcción de viviendas protegidas de 50 metros cuadrados para su adjudicación en alquiler a jóvenes menores de 35 años, y propone crear "intermediarios" que rompan las reticencias de los propietarios a permitir alquilar sus viviendas.

Estos objetivos se enmarcan en el IV Plan Andaluz de Vivienda y Suelo 2003-2005, a cuya elaboración instó ayer el Consejo de Gobierno de la Junta, y mediante el que se que prevé cubrir con ayudas públicas al menos un tercio de los 50.000 nuevos hogares que cada año se forman en la comunidad autónoma.

La consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, informó ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno de que el documento, que estará redactado en un plazo de tres meses, prestará especial atención a las necesidades de los jóvenes, los mayores de 65 años, las personas con discapacidad y las familias numerosas y monoparentales.

MENORES DE 35 AÑOS

Para los jóvenes andaluces, el plan recoge la nueva figura de la vivienda protegida con una superficie de 50 metros cuadrados, destinada a los menores de 35 años con ingresos anuales de hasta 2,5 veces el salario mínimo (SMI), con un contrato máximo de cinco meses, según explicó la consejera.

En lo que la consejera calificó como "experiencia piloto", el plan pretende la creación de una bolsa de alquiler para jóvenes mediante la salida al mercado de viviendas existentes que en este momento estén desocupadas y puedan ser utilizadas hasta que exista un parque suficiente de viviendas.

Recordó que para este programa se va a necesitar suelo público "con coste cero", por lo que la consejería deberá pactar esta disponibilidad con las áreas metropolitanas, y añadió que la bolsa de viviendas de alquiler está muy condicionada por las reticencias de los propietarios a sacar sus casas al mercado de alquiler.

Para ello, el Plan de Vivienda prevé la creación de la figura de los "entes intermedios" que rompan las reticencias de los propietarios ante el peligro de que los inquilinos no paguen los alquileres, que se produzcan destrozos, o los problemas que pudieran plantearse a la hora de un desahucio en la vivienda, entre otros.

"Se trata de asegurar todos estos riesgos con agentes intermediarios que nos permitan crear una bolsa para facilitar que esa vivienda salga al mercado", explicó Concepción Gutiérrez.

El IV Plan Andaluz de Vivienda y Suelo prevé dotar de viviendas protegidas a una tercera parte de los 50.000 nuevos hogares que cada año se crean en la comunidad autónoma, lo que supondría en torno a 15.000 viviendas anuales, con lo que la Junta pretende paliar el "recorte" del cupo asignado a Andalucía en el Plan Nacional de Vivienda, que se sitúa en 5.000 viviendas.

Se trataría de construir viviendas protegidas, que tendrían una superficie de entre 50 y 120 metros cuadrados y sus destinatarios serían las familias con ingresos anuales de hasta cuatro veces el SMI -25.000 euros-, y que requerirán de un acuerdo con entidades financieras, y ayuntamientos que faciliten el suelo.