Más alumnos por aula, menos profesores por centro, más horas lectivas, adelgazamiento del Bachillerato y la FP y fin del incentivo salarial. El Gobierno no aplicará ningún recorte en educación pero el viernes, por medio de un real decreto ley de urgencia, "flexibilizará" la ley básica para que las comunidades puedan ahorrar 3.000 millones en un solo curso escolar. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, presentó ayer a los consejeros del ramo seis reformas de carácter "coyuntural y estructural". Ninguna es obligatoria, según Wert, pero sí lo es el cumplimiento del déficit para las comunidades (el 1,5% del PIB este año). La aplicación de esas medidas supone la traslación a escala nacional del modelo educativo que vienen aplicando algunas regiones del PP para recortar el gasto público.

RATIO Las dos reformas de mayor impacto presupuestario serán el aumento del 20% de la ratio (alumnos por clase) y ampliar el horario lectivo del docente. La ley establecía que el máximo de niños por aula es de 25 en Primaria y 30 en la ESO. Por necesidades de escolarización pueden entrar hasta tres más por aula. Ahora los colegios podrán dilatar el límite hasta los 33 por aula, y los institutos hasta los 38. Estas cifras no se manejaban desde el boom de natalidad de los 80, cuando España (especialmente Andalucía) sufría un terrible déficit de infraestructuras escolares. Wert dijo que la medida es "temporal" y que el incremento podría ser del 10% excepcionalmente según niveles (27 por aula en Primaria, 33 en la ESO). El consejero Francisco Alvarez de la Chica explicó a este periódico que, de todas las medidas, "Andalucía intentará sobre todo no subir la ratio, porque es la que más dañaría la calidad". Esta es la comunidad que más estudiantes aporta al sistema educativo estatal, la que más crece en alumnado cada año y la que tiene una ratio más elevada. Subir el límite supone que, en algunos centros, podrían eliminarse aulas, porque "los que caben en cinco clases entrarían en cuatro".

HORARIOS La segunda reforma es el aumento de las horas de clase que imparten los maestros: en Primaria el mínimo serán 25 horas semanales (que ya se aplican en Andalucía), pero el verdadero impacto estará en la ESO, donde la jornada lectiva pasa de 18 a 20 horas. Esto era una posibilidad en la LOE que ahora tendrá carácter general. Madrid la implantó este curso y provocó protestas masivas del profesorado.

Estas dos reformas, traducidas al lenguaje de las comunidades, significan menos interinos. Ambas condensan el trabajo de los funcionarios y permiten ahorrar en personal eventual. "Es evidente que nos fuerzan a recortar interinos", dice el consejero. Si se aplican íntegramente en Andalucía, el sistema perderá 15.000 docentes (ahorrará 400 millones). Ampliar las horas de clase también significará restar tiempo a los refuerzos, las tutorías y los planes educativos. Wert fue tajante ante las críticas: "No hablamos de despidos sino de no renovación de contrataciones", advirtió.

Todas las medidas afectarán a la pública y a la concertada, aunque en los Presupuestos Generales ya están consignados los conciertos de 2011 (tienen la subvención blindada). De la Chica ha planteado a Wert repartir el impacto de los recortes entre la pública y la concertada, pero para que esto ocurra, el Gobierno tendría que modificar sus Presupuestos. "No nos han aclarado si lo harán", aseguró el consejero.

BAJAS DE 10 DIAS La tercera medida permite a las escuelas no cubrir bajas médicas antes de dos semanas (deberán ser atendidas por personal del centro). En Andalucía, hay un plan de cobertura que permite enviar a un sustituto antes de cinco días. La Junta ha llamado a casi 5.000 interinos para cubrir bajas médicas que no fueran de larga duración durante este curso. También se anulan los complementos retributivos y variables, pluses en la nómina de los profesores por formación. La Junta cree que esto pone en la diana el Plan de Calidad (incentivos de 7.000 euros para los profesores según el rendimiento de sus alumnos).

Las últimas dos medidas se centran en la postobligatoria: una es el aplazamiento en la implantación de los módulos de FP de 2.000 horas, y la otra la eliminación de la obligatoriedad de los institutos de ofertar los dos tipos de Bachillerato (ciencias y letras). Aquí estas medidas no tendrán carácter retroactivo: la adoptarán los centros nuevos, pero no se eliminará un Bachillerato donde ya está implantado. Los ciclos de FP, en cambio, ya estaban proyectados para el próximo curso y contaban con 700 docentes "que ya no ingresarán en el sistema".

"Hay un amplísimo consenso. A la mayoría de las comunidades les han parecido justas y están de acuerdo en que no suponen un perjuicio directo en la calidad de la enseñanza", concluyó Wert, que sin embargo advirtió de que si las regiones no las aplican, no habrá ahorro ni control del déficit. Andalucía y Cataluña esperarán al viernes para ver la letra pequeña de las medidas.