La central eléctrica de Carboneras (Almería), que utiliza carbón como combustible, es la industria andaluza más contaminante y la quinta de España, según el plan nacional de asignación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, 2008-2012, aprobado en el último Consejo de Ministros.

Este plan explicita los derechos de emisión de gases de efecto invernadero que se la asignan a cada industria y revela que Andalucía posee siete empresas que superarán el próximo año el millón de toneladas equivalentes de CO2.

Estas siete empresas, en su mayoría centrales eléctricas, suman unas emisiones autorizadas de 11,677 millones de toneladas de CO2 para 2008, lo que supone que concentran casi la mitad de las asignadas a toda la industria andaluza.

A la central de Carboneras se le asignan 3,194 millones de toneladas equivalentes de CO2 para 2008, un volumen que aumentará a 3,612 millones en 2009 y se estabilizará en 3,3 millones hasta 2012.

Esta asignación supone la mitad de los 6,32 millones de toneladas de CO2 que esta central emitió en 2006 y la mantiene como la industria andaluza más contaminante.

La central de Carboneras es también la quinta industria española más contaminante, tras la siderurgia de Arcelor en Avilés (Asturias), con 9,323 millones de toneladas; la central de As Pontes (A Coruña), con 5,234 millones de toneladas; la central de Andorra (Teruel), con 4,398 millones de toneladas; la central de Cubillos del Sil (León), con 4,105 millones de toneladas;

La central de Los Barrios (Cádiz), que también consume carbón, es la segunda industria andaluza con más derechos de emisión asignados para 2008, con 2,024 millones de toneladas, que se reducirán a 1,768 millones en 2009 y a 1,6 millones hasta 2012.

Tras las dos centrales eléctricas, propiedad de Endesa, figuran los complejos petroquímicos de CEPSA en San Roque (Cádiz) y en Palos de la Frontera (Huelva), con unas emisiones de CO2 autorizadas para el próximo año de 1,671 y 1,380 millones de toneladas, respectivamente.

Los cuatro ciclos combinados de gas natural que Iberdrola posee en Arcos de la Frontera (Cádiz) son, conjuntamente, la quinta industria más contaminante de Andalucía, con unas emisiones de 1,249 millones de toneladas.

La central eléctrica de Espiel (Córdoba), que consume carbón de esta comarca, es la sexta industria andaluza con más derechos de emisión asignados para el próximo año, con 1,153 millones de toneladas.

La cementera de Portland Valderibas en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) es la séptima industria andaluza más contaminante, con 1,006 millones de toneladas de CO2 asignadas para 2008 y los siguientes cuatro años.

"Mecanismos de flexibilidad

Las industrias que superen las emisiones asignadas deberán de comprar los correspondientes derechos de emisión en el mercado o compensar el exceso de contaminación mediante los denominados "mecanismos de flexibilidad", como la inversión en energías no contaminantes o en reforestaciones o actuaciones contra el cambio climático.

La adaptación de la industria andaluza al plan nacional de asignación, diseñado por el Gobierno para frenar el cambio climático, se reflejó en 2006 con una reducción del 2,91 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, la primera bajada contabilizada desde la implantación de este indicador.

Las casi doscientas industrias andaluzas con emisiones de gases de efecto invernadero reguladas por el Plan Nacional de Asignación emitieron el año pasado 31,76 millones de toneladas de CO2, 582.515 menos que en 2005 y 952.198 menos que los 32,71 millones de toneladas inicialmente asignadas.

Esta reducción de emisiones benefició a todos los sectores industriales, excepto el de generación eléctrica y el papelero.

Las eléctricas emitieron el año pasado en Andalucía 18,89 millones de toneladas de CO2, 827.154 toneladas más que las asignadas pero 1,10 millones menos que en el 2005.

El sector de la cerámica y la industria ladrillera de Bailén (Jaén), uno de los más contaminantes de Andalucía, emitió el pasado año 201.515 toneladas de CO2 menos que los 1,22 millones asignados gracias a la sustitución de los combustibles altamente contaminantes que usaba por gas natural.