El exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta, principal acusado del fraude masivo en las ayudas al empleo (caso ERE), utilizó las subvenciones públicas para comprarse cocaína, "ir de fiestas y salir de copas". Así se desprende de una denuncia formulada por el que fuera su chófer personal en la Consejería de Empleo desde finales del 2002 en adelante. El conductor de Guerrero presentó su denuncia el pasado 15 de diciembre en un juzgado de Andújar (Jaén) y ayer la juez que instruye el caso ERE desde un tribunal en Sevilla, Mercedes Alaya, solicitó al juzgado jiennense que se inhibiera en el asunto, al considerar que está estrechamente relacionado con el fraude en las ayudas a empleo que ella investiga desde el 26 de enero de 2011. El abogado de Guerrero explicó ayer que la acusación del chófer es "mentira y absolutamente falsa" y que su cliente piensa querellarse contra él.

Todos los partidos calificaron de "gravísima" la denuncia contra un exalto cargo de la Junta que durante diez años trabajó con tres consejeros de Empleo distintos: Guillermo Gutiérrez (que le nombró director general de Trabajo y con quien trabajó sólo unos meses), José Antonio Viera y Antonio Fernández, éste último también imputado en la causa. El chófer de Guerrero compareció ante la Policía Judicial de Jaén en calidad de imputado por un supuesto delito de fraude de dos subvenciones en el 2004 (cada una por valor de 450.000 euros). La primera se destinó a crear una empresa de muebles y una oficina de asesoramiento empresarial (Iniciativas Turísticas Sierra Morena S.L.) y la segunda para impulsar un negocio de casas rurales en la sierra de Andújar (Lógica Estratégica Empresarial S.L.). Según su declaración, que ayer adelantaron El Mundo y Abc , el conductor había trabado amistad con Guerrero. Después de un año, éste le enseñó a solicitar las ayudas para el empleo, que más tarde el propio exdirector general autorizaba con su firma. Una parte de los 900.000 euros se usó para justificar el objeto de las ayudas, pero otra, según el conductor, "se la dio en mano a su jefe". "A solicitud" del propio Guerrero, el chófer reconoció que "le compró varios efectos, como material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa", aunque "la mayor parte" fue para comprar cocaína "para su jefe y para él".

El exchófer trabajaba como personal laboral fijo en la Junta desde 1989. A principios de 2003 "entabla una relación de amistad" con Guerrero y, una tarde, estando en un local de copas, "le comentó la potestad que tenía como director general de conceder subvenciones indiscriminadamente y sin necesidad de justificar nada". Guerrero "le dice que o bien le dé unos nombres para concederles subvenciones o bien que creara unas empresas para concedérselas a él".

A partir de ahí, el chófer creó las dos empresas ya mencionadas. La documentación para solicitar las ayudas las preparó él mismo "conforme a las directrices que le marcó" su jefe. Transcurrieron "unos meses y un año" hasta que le ingresaron el dinero de las subvenciones. El chófer culminó su declaración asegurando que "no tiene relación con Guerrero" desde hace un año, y entregó voluntariamente una pistola con empuñadura de madera la cual, según dijo, "se la dio un guardia civil hará unos cinco años y le dijo que estaba inutilizada".

REACCIONES Con su declaración, el exchófer de Guerrero ha magnificado la trama de los ERE, que desde hace más de un año es una de las principales losas que arrastra el Gobierno andaluz y la principal arma del PP-A, que está personado en la causa. Los populares arrojaron ayer una ristra de calificativos para denunciar el caso: "estupor, mazazo, absolutamente indecente, intolerable". La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que los candidatos a ser secretario general del PSOE "deberían exigir explicaciones" a Griñán

La secretaria de Organización del PSOE-A, Susan Díaz, también aseguró que "tienen que pagar los culpables", y aprovechó para insinuar que Javier Arenas (PP-A) conocía el asunto un día antes de que se hiciera público, por una "acusación velada" que hizo durante un acto el domingo.