Bajo el pseudónimo de Blue Jeans se esconde este sevillano que no dudó, en sus inicios, en utilizar su alias de foros web para que la gente le juzgara sólo por su prosa

--¿Su nueva novela, 'Algo tan sencillo como tuitear te quiero', la hace un poco más especial que las otras?

--Es la novela que tiene más de mí porque las sensaciones que aparecen en el libro y el entorno es parecido al que yo viví en la universidad, en Madrid, en una residencia de estudiantes. A ser verdad, me apetecía escribir mucho este libro por aquello de recoger las sensaciones del paso de la adolescencia a la juventud, en la universidad.

--¿Le preocupaba que se pareciera una autobiografía?

--No, porque son 10 personajes que protagonizan historias inventadas. Es más fácil inventar que recrear lo que uno ya ha vivido porque te desentiendes un poco de todo eso y te centras en inventar. Para mí es más sencillo escribir una historia con unos nuevos personajes antes que seleccionar a protagonistas reales.

--¿Sólo le leen las chicas?

--No voy a negar que el 95% de los que leen mis libros sean chicas. A los chicos les da vergüenza decir que leen libros de corazoncitos o venir a las firmas. De hecho, sé que hay chicos que me leen, que yo les sigo en Twitter, en Instagram, que me ayudaron cuando yo empecé con toda esta historia. Yo creo que mis libros no son ni de chicos ni de chicas, ni tienen edad, sólo cuentan una historia con la que uno se puede sentir identificado.

--¿Cómo consigue hacer tan bien el perfil de las chicas?

--No lo sé. No es tan complicado. Quizás lo que les llama más la atención a las chicas son las historias, en sí, de los personajes con las que ellas se pueden sentir identificadas. Es meterte en situación. Yo he convivido con chicas toda mi vida, he sido también adolescente, las chicas me cuentan cosas en Twitter... al final somos todos personas y pensamos más o menos igual.

--Usted es periodista y ha trabajado para medios deportivos. ¿Por qué se dedica a escribir novela romántica?

--Bueno, llama la atención pero no creo que una cosa esté reñida con la otra. Eso es porque cuando empecé no encontré trabajo como periodista deportivo y sentía que tenía que hacer algo en mi tiempo libre. Escribí en ese tiempo una novela pero la editorial me la rechazó. Justo en esa época se empezaron a poner de moda las redes sociales como Fotolog, donde yo tenía un perfil, y vi en ello una nueva oportunidad. Como esa red social la solía utilizar gente joven, pues empecé a escribir novela romántica, aunque prefiero llamarla novela realista porque los libros abarcan más temas que el amor y desamor, como el bullying o la homosexualidad. Los corazoncitos de las portadas quizás engañan en este sentido.

--Interactúa mucho en las redes ¿es fundamental para usted?

--La verdad es que sí. Canciones para Paula fue la primera historia que pasó de las redes sociales al papel. A mí me interesa saber qué piensan los que me leen, no sólo de los libros, sino de la vida en general, me interesa que ellos opinen, que me vean como una persona cercana. Pienso que no debe existir distancia con el público.