Aunque ya quedan pocos, todavía se suelen ver afiladores callejeros que alertan de su presencia haciendo sonar su característico silbato. Llevan unos curiosos artilugios instalados en sus bicicletas o motos para que la rueda haga girar la piedra de afilar.

Es una rancia estampa que a los mayores nos resulta muy familiar, porque de niños rodeábamos a estos curiosos personajes sorprendidos por el chorro de chispas que saltaban de la fricción entre la piedra y el metal. Pero los tiempos cambian y todo se moderniza. El afilador (vaciador en el argot profesional) de hoy no tiene nada que ver con sus predecesores. Antonio Espino Palma (Cuchillería Antoñín), a pesar de su juventud, lleva 36 años dedicado a este oficio. Antes por cuenta ajena y ahora asumiendo su propio riesgo.

-¿Qué es más barato, comprar un cuchillo nuevo o afilar el viejo?

-Por supuesto afilar. Cuando el cuchillo es de calidad, merece la pena traerlo. Puede durar toda la vida. El costo de afilar es mínimo y queda mejor que nuevo, porque lo que hacemos es vaciarlo.

-¿Qué pieza se afila más?

-La tijera sigue siendo la reina. También se afilan mucho las piezas de profesionales de hostelería y carnicería, máquinas de afeitar eléctricas... incluso me traen tijeras de cirugía.

-¿Qué es lo más curioso que ha afilado?

-He afilado hasta una puntilla para apuntillar toros de lidia. También material para autopsias. Tenga en cuenta que cuando una pieza se afila vuelve a quedar completamente nueva. Antes se afilaba la navaja barbera que se utilizaba comúnmente en peluquerías pero la nueva normativa prohíbe su uso por cuestión de seguridad. Hay que tener cuidado con los contagios. En su lugar se usa una cuchilla de un solo uso que el peluquero debe colocar en la navaja a la vista del cliente.

-Si un cuchillo está muy mellado, ¿se puede recuperar?

-Por supuesto. Hay que quitarle la mella y se perderá parte de la hoja. También pierde un milímetro cada vez que se vacía. Pero volverá a servir.

-Si le digo que he comprado un juego de cuchillos en los chinos, ¿que piensa?

-Que no tiene ni idea. Al poco tiempo se le oxidarán y no cortarán. Es conveniente comprar cosas de calidad, duran más y por tanto la inversión interesa. La diferencia entre los precios nuestros y los de los chinos no es tanta, pero la calidad sí. Aquí encaja perfectamente la frase acuñada de "lo barato sale caro". Es tirar el dinero.

-Tiene el establecimiento lleno de cuchillos de grandes dimensiones, todos ellos en venta. ¿Los puede comprar cualquiera?

-Todo el mundo. Sin embargo las navajas solo las vendo a mayores de 18 años.

-¿Tiene futuro este oficio?

-Mientras la gente quiera ahorrar, seguiremos en la brecha.