Córdoba lleva 150 años viajando a Madrid en tren. El último tramo de la línea ferroviaria que unió Manzanares con esta provincia fue puesto en funcionamiento el 15 de septiembre de 1866, un año después de la conexión con la vecina Costa del Sol y siete años más tarde del enlace con Sevilla. Esta fue también la primera vía para la salida de Andalucía hacia el resto de España por este medio de transporte. Así lo ha recordado la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril, que apunta que la línea fue impulsada por la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (conocida como MZA), y contaba con 31 paradas.

El presidente del colectivo, Álvaro Olivares, señala que su construcción comenzó en 1862, pero no sería hasta cuatro años más tarde cuando se completó el trazado y el tramo de Vilches (Jaén) a Córdoba fue el último en ponerse en servicio. Sobre las repercusiones que tuvo esta nueva infraestructura, explica que «como siempre que se desarrollan vías de comunicación, supuso la posibilidad de mover mercancías y personas de manera masiva y a precios razonables», contribuyendo a la exportación y la importación de productos. A mediados del siglo pasado, las líneas de ferrocarril fueron renombradas y se revisaron sus kilometrajes, y la Manzanares--Córdoba forma parte hoy de la línea convencional (de ancho ibérico) Madrid--Cádiz. Más del 90% del tráfico ferroviario de Andalucía con el resto de España se realizaba por esta vía hasta poco después de la apertura del AVE Madrid--Sevilla.

Tras esto, descendió de manera importante su uso para viajeros aunque siguen funcionando el Talgo Altaria Sevilla--Barcelona y los servicios de media distancia de Jaén a Sevilla y Cádiz, y a Madrid. Además, el presidente de ACAF ha detallado que para el transporte de mercancías circula un mayor número de trenes con destino y origen en Sevilla, Huelva, Algeciras y La Roda de Andalucía, conectando con otras partes de España. Algunos tienen parada en Córdoba--El Higuerón para retirar o dejar vagones.

Esta vía está totalmente electrificada y en la estación de Córdoba se estableció el puesto de mando con control de tráfico centralizado (CTC) en vía única más largo de España, que abarcaba de Linares--Baeza a Lora del Río. Fue a partir de los años 50 cuando se realizó este control y Olivares precisa que la seguridad de la circulación fue mejorada gracias a la ayuda recibida del Plan Marshall. Este equipo es propiedad de la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril y se expondrá próximamente en el Museo Minero--Industrial de la cuenca del Guadiato, situado en Peñarroya--Pueblonuevo.

En la época en la que fue realizada la concesión Manzanares--Córdoba, según destaca el presidente de ACAF, a los gobiernos les interesaba fomentar la instalación de empresas y de vías de transporte «y permitían que las compañías trazaran las líneas a su conveniencia, sin mirar a largo plazo». Por ejemplo, algunas podían estar interesadas únicamente en la explotación minera de la zona donde se instalaban.

Entre otras empresas, en el siglo XIX operaban en España la Compañía de los ferrocarriles de Asturias, Galicia y León; la del Norte; la citada MZA; la de los Andaluces; la Nacional del Oeste (que rescató algunas líneas que habían dejado de ser rentables en manos privadas); la del Central de Aragón; la del Sur de España; la del Gran Sur de España o la del Ferrocarril de Tarragona a Barcelona y Francia.